La corona | Taekook |

45

Capítulo 45

Tres semanas después.

"Ya, mi amor, se acabó ¿mh? Estamos bien" Taehyung susurró acariciando los cabellos del pelinegro.

Después de todo ese alboroto, pidió que abrieran las puertas del palacio para que las personas pudieran irse tranquilas, ya que su padre las había mandado a cerrar para que no pudieran irse y ver lo que iba a hacer.

Le tocó quedarse unos momentos de más, gracias a la gente que se le acercaba temblando y agradeciendo por lo que hizo.

Si lo conocen bien, sabrán que Taehyung es alguien sensible, por lo que tuvo que poner toda su fuerza de voluntad para aguantarse las lágrimas que amenazaban por salir.

Tomó cada una de las manos de aquellas personas hincándose y disculpándose por todos sus años de sufrimiento.

Prometió que jamás volverían a sufrir.

"Esto se siente irreal Taehyung, durante años estuvimos escondidos para no tener que soportar las injusticias y estuvimos expuestos a diario. Muchas gracias" Jennie le dijo abrazándolo de verdad.

La alfa aún asimilaba lo ocurrido.

Bien, Kim Taehyung, el ex príncipe ahora rey, era el alfa destinado de su hijo, quien, a su vez Jungkook era hermano de la princesa y ambos hijos de su luna.

Todo era tan confuso e irreal, sin embargo, sentía cálido su pecho. Se sentía completa y su lobo se lo hacía saber.

Estaba orgullosa de sus hijos y de Taehyung, más que nada de Jungkook quien fue muy valiente al irla a buscar y enfrentarse a la escoria que es Namjoon. Haber soportado los golpes y seguir con esos ojos brillantes y esa sonrisa que iluminaba el día de cualquiera.

Jungkook era especial y no se cansaría de repetirlo nunca.

Le agradecía a Mina y a Kim, sin ellos probablemente Jungkook no hubiese podido cruzar las puertas del lugar.

Ahora que todo estaba bien, quería aprovechar y conocer un poco de su hija, quería saber qué le gustaba quería hablarle hasta la noche, quería comer con ella.

Ambas sintieron esa conexión ese día, su instinto se activó y no imagina los días solos que Mina habría pasado. Se encargaría de brindarle todo su amor junto con Jungkook y fortalecerían su lazo.

Con el pasar de las semanas, las personas fueron desenvolviéndose poco a poco llevándole a veces regalos a Taehyung. Oficialmente, todavía no era rey, pues la coronación todavía no se hacía, sin embargo, para todos él era el rey y no faltaba mucho para hacerlo oficial ante todos los reinos.

Ahora ya no tenían miedo a ser juzgados y podían salir a la calle sin estar volteando a ver en cada momento en la espera de que algo sucediera.

Podían estar con quienes quisieran.

No eran obligados, no eran vigilados.

Los esclavos que había tenido el reino por cortesía de Kim Namjoon, estaban en libertad justo el mismo día que fue desterrado, luego de haber agradecido otros decidieron quedarse a servirle.

Tanto los Kim como los Jeon quisieron persuadirlos pidiéndoles que hicieran sus vidas, por el contrario, la mayoría negó queriendo ver cómo florecía el amor entre esa familia.

Y yendo a otro tema, al momento de la comida, normalmente Taehyung cenaba con Mina, Jennie y su madre, quien a su vez se sentaba en el extremo de la mesa con la cabeza gacha o en algunas ocasiones pedía comer las 3 veces del día en su habitación sin salir cuando no era estrictamente necesario.

Taehyung sentía su pecho oprimirse cada vez que quería acercarse a su madre y esta lo ignoraba rotundamente. Él no se tenía la culpa, lo que hizo fue lo correcto y aunque tuviera el odio de ella, no se arrepentía de nada.

Cuando la cena terminaba esta agradecía a los sirvientes y se retiraba a pasos apresurados de ahí sin siquiera dirigirle alguna mirada.

Una que otra vez Kim intentó perseguirla y preguntarle por qué ya no lo amaba, por qué no le hablaba... aunque fuera obvio.

Al no tener a Namjoon el lobo de ella estaba deprimido, no tenía a su pareja, no tenía al alfa que la había marcado.

Su madre lo odiaba.

Poco a poco fue rindiéndose hasta acostumbrarse a ser ignorado e ignorarla de igual manera, pues por más que fuera su madre, su prioridad era su luna y su verdadera familia, los que sí lo apoyaban, los que sí estaban para él.

Aunque no calló el día que le dijo que su coronación iba a ser pronto y estaba invitada si quería y no le afectaría si no iba, pues después de todo, al desterrar a Namjoon quien era el poder absoluto, desterró de igual manera a su madre pasando así a un gobernante neutro en lo que se organizaba.

Del lado de su luna, su relación fue yendo para arriba con el pasar de los días. Jungkook lentamente fue sanando todas las heridas que le habían hecho en esos días nublados, y sanaron gracias a que en las noches se iba a dormir con su alfa y este le daba mimos, lo atendía y se dedicaba dulcemente a curarlo.

Se había vuelto una rutina que ambos estaban dispuestos a hacer sin objeción alguna.

Al terminar la cena agradecían y reverenciaban diciendo torpemente que tenían que irse de ahí y al llegar a su habitación Taehyung lo acorralada besando sus labios y dirigiéndolo a la cama para seguir con su muestra de amor.

Kim al sentirse a penas satisfecho con el manjar que era sentir aquellos belfos, empezaba a besar todas las heridas que Jungkook tenía quedándose un rato para darles cariño y susurrándole que él estaba ahí para protegerlo.

"Tu alfa te cuida, cariño, aquí estoy" mencionaba acariciando con su nariz el cuello de este y aprovechando a inhalar lo más que podía.

"Yo sé, yo sé" le contestaba siempre sintiendo un cosquilleo en todo el cuerpo que aún no descifraba. Podría ser que sus heridas estaban curándose o podría ser de igual manera otra cosa.

Y así eran todas las noches. Sentían que no podrían dormir bien si no se daban cariño unos minutos antes, pues faltaba algo que eso los llenaba momentáneamente.

Y para cerrar con broche de oro, hablando de Taehyung, el rey. Ordenó encarcelar a todo aquel que le había hecho daño a su omega, pues era cierto que su padre no hizo todas esas atrocidades solo y todos tenían que pagar.

El ex rey Kim Namjoon estaba en las celdas de los calabozos y ya no iba a molestar a nadie más, de eso se encargaría su propio hijo.

Mejilim.

Escrito el 09/03/2021