22

7.5K 830 54
                                    


Capítulo 22

Taehyung se había quedado en la habitación de Jungkook hasta que este se había dormido nuevamente. Sabía que el Omega ni siquiera tenía sueño, de hecho, eso era lo último que tenía, sin embargo, se obligó a sacar más feromonas para darle tranquilidad y así, adormecerlo.

Los primeros momentos eran ellos acostados incómodamente en la cama.

Jungkook dándole la espalda.

"Uh... ¿p-podrías acercarte un poco?" preguntó el omega escondiéndose entre las sabanas cafés, cómodas.

Taehyung tragó saliva y asintió, aunque Jeon no lo pudo ver. Se acomodó tras su espalda evitando tocar alguna parte de su cuerpo como si quemara el solo acercarse. Lo último que quería era incomodar.

En ese momento es cuando lo pensó y su olor fue incrementando cada vez más con tal de adormecerlo.

Al principio sintió a Jungkook tensarse, no obstante, minutos después este había quedado rendido.

Lo que tenía pensado al principio era esperar a que durmiera e irse, sin embargo, a veces las cosas no salen como planeamos y simplemente te dejas llevar, por lo que vio al omega tan calmado y con su respiración sonando apenas, que el sueño le ganó también.

Bueno, ni siquiera luchó por no dormirse. Así que no le ganó en realidad, él lo quiso así.

Esto era algo nuevo para él, ya que hacía mucho que no dormía con alguien, y cuando alguna vez lo hizo, fue cuando era pequeño y le temía a la oscuridad.

Mina iba a su habitación y a pesar de que ella era más pequeña que él, era la más valiente.

Entraba con una sonrisa abrazándolo cuando él temblaba y ella le susurraba que no tenía que temer. No había algo malo en su habitación.

La mayoría de veces le pedía que checara bajo de su cama y cuando veía que su prima se agachaba y salía encogiéndose de hombros, se tranquilizaba.

Otras veces cerraban las ventanas que por las noches podían hacer sombras que lo asustaban en demasía y sentía que lo podían estar observando.

Pero su prima le calmaba.

No había nada ahí, Mina lo protegía.

Después de eso, el alfa le daba espacio a ella y dormían abrazados hasta que los sirvientes despertaban a Taehyung para que saliera a entrenar.

Mina en sí, no era tan obligada a cumplir esos requisitos de la realeza al no ser procedente sanguíneo del rey. Le daban a escoger si quería entrenar por las mañanas siempre asintiendo, pero al final quedándose dormida.

Viendo otro lado, Taehyung por eso, ahora que estaba en la cama con el calor de Jungkook a un lado de él, sintió cálido su pecho y le encantó esa sensación.

Le encantó tanto a él como a su lobo que se atrevió a acercar su nariz al cuello del omega inhalando gustoso.

De repente le dieron ganas de estar así toda la vida, no se quejaría ni una vez si decidían que debía inhalar esa dulce esencia hasta que muriera.

Se quedó unas horas que parecieron minutos, observando cada detalle de este, sus cejas fruncidas por algún sueño que debía estar teniendo, su nariz perfilada arrugándose, sus mejillas abultaditas, su cabello cayendo en su frente y los lindos murmullos que emitía de sus labios.

Su lobo le rogaba a chillidos otra vez que haga algo más, solo un poco más.

"Acércate un poco más"

La corona | Taekook |Où les histoires vivent. Découvrez maintenant