23

19.5K 583 469
                                    

Estaba entretenida buscando por los cajones del armario cuando cierto pelinegro de baja estatura entró en la habitación.

—¿Qué te queda? Tenemos prisa –dijo con pesadez mientras se apoyaba en la pared.

—Bien, ¡ya lo tengo! –hablé para mí misma cuando encontré el bikini que estaba buscando.

En ese momento me percaté de su presencia y lo observé detenidamente. Tan sólo llevaba un bañador de color azul oscuro que resaltaba su piel blanca, de forma que dejaba a la vista el trabajado cuerpo que poseía.
En ese momento él arqueó una ceja, dándose cuenta de que me lo estaba comiendo con la mirada.

—Ya casi estoy. –cerré los cajones– ¿Me echas el protector solar?

Nada más decirlo, me quité la bata que estaba utilizando en ese momento, quedando desnuda frente a sus ojos.
Acto seguido me coloqué en frente del tocador que teníamos en la habitación, observándonos a través del espejo.

—Claro. –tragó duro dando un vistazo rápido a mi cuerpo.

Se posicionó detrás de mí y me recogí el pelo en un moño desordenado para que no le molestara. Segundos después echó un chorro de crema por mis hombros para luego extenderlo con sus manos. Cerré los ojos ante su toque, deleitándome con el masaje que el pelinegro realizaba.
Solté un suave suspiro cargado de placer en el momento que llegó a la parte baja de mi espalda, provocando que me inclinara hasta apoyar las manos en el mueble situado frente a mí para darle más acceso.

—Maldita sea ___... –gruñó Levi dejando un pequeño beso en uno de mis hombros mientras pegaba su pelvis a mi trasero.

Abrí los ojos al notar su prominente erección, encontrándome con su deseosa mirada a través del espejo.
Sonreí internamente y moví un poco las caderas, sacándole un ronco gemido por el roce.

—Quédate quieta si no quieres que te folle antes de irnos. –advirtió.

—Suena tentador. –mordí mi labio inferior mientras sonreía.

Éste bufó antes de girarme para quedar cara a cara con él. Me observó de nuevo relamiéndose durante unos segundos para luego coger el bote de protector solar de nuevo y echar otro chorro sobre mi pecho desnudo.

—Qué lástima que sea crema. –sonreí con sorna.

Levi cerró los ojos durante un breve periodo de tiempo, intentando mantener la calma. A continuación, volvió a esparcir el producto con sus manos. Aprovechando la situación, masajeó mis pechos y pellizcó los pezones, irguiéndolos.
Solté un pequeño jadeo y con mis manos recorrí cada centímetro de su torso desnudo, remarcando cada abdominal que encontraba por el camino. Cuando llegué a su zona en V suspiré, acariciándola y erizando su piel.
Tanteé el borde del bañador y seguí bajando por encima de la tela hasta alcanzar el marcado bulto y apretarlo.

—¿Lo quieres? –cuestionó burlón con voz ronca.

—No sé, ¿tú qué crees? –dije haciéndome la desentendida.

Levi respondió cogiéndome del cuello y rozando nuestros labios.

—¿Qué forma de hablarme es esa? –gruñó antes de introducir su lengua en mi cavidad bucal.

Jadeé sobre su boca al mismo tiempo que su mano libre bajaba a mi entrepierna y uno de sus dedos se abría paso entre mis pliegues.

—Siempre estás mojada para mí.
–sonrió triunfante.

Gimoteé enredando los dedos en sus oscuros mechones, acercándolo de nuevo a mí, ansiándolo.
Nuestras bocas jugaban y la temperatura ascendía rápidamente.

Levi Ackerman (One shots) (+18)Where stories live. Discover now