2.

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Eren, Mikasa, Armin, Sasha, Jean, Levi y algunos más del cuerpo de exploración, estábamos viendo una película en el salón después de un largo día de entrenamiento.
Era invierno, por lo tanto hacía frío. La chimenea estaba encendida pero aún así estábamos tapados con una manta. Levi y yo estábamos en el sofá más pequeño. Tenía mi cabeza apoyada en su hombro y su mano acariciaba mi pierna.
En la película salió una escena algo subida de tono que provocó que me excitara y apretara laa piernas instintivamente. Levi se dio cuenta de ello, pues me miraba de reojo. Me sonrojé levemente y escondí mi cabeza en el hueco de su cuello.
Apretó un poco el interior de mi muslo, alcé mi vista y observé cómo me miraba mordiendo su labio inferior.
Su mano fue subiendo lentamente por mi pierna mientras nuestras miradas seguían conectadas.
Llegó a mi zona íntima, y empezó a acariciarla por encima de la ropa. Gemí suavemente contra su cuello.
Observé a los demás, estaban absortos en la película, y al tener la manta, ninguno se daría cuenta de nada.
Apartó cuidadosamente mi pantalón, y cuando su dedo rozó directamente mis pliegues, fue consciente de que no llevaba ropa interior.

-¿Venías preparada, mocosa? -susurró en mi oreja, calentándome.

Le sonreí y noté su mano, hundiendo dos dedos en mi interior de golpe.

No pude reprimir un gemido más sonoro, y Armin nos miró. Conseguimos darnos cuenta y disimulamos mirando la televisión, aún con sus dedos en mi interior, moviéndose. Cuando Armin volvió a lo suyo, besé su cuello, succioné y lamí, dejándole una marca roja.
Movió sus dedos intensamente, rozando mi punto más sensible. Y llevé la mano a mi boca para no emitir ningún sonido.

-Eso, contrólate si no quieres que se enteren. -susurró sonriendo con sorna, obteniendo una mala mirada de mi parte. Al fin y al cabo, la culpa era suya.

Movía su pulgar en mi clítoris, mientras sus dos dedos seguían jugando en mi interior.
Sin previo aviso, hundió un tercer dedo, y mordí mi labio, queriendo evitar que salieran más sonidos indecentes de mi garganta.
Entraban y salían de mí, y me sentí al límite cuando subió la intensidad.
Mordí su hombro en el intento de no gemir, mientras mi vagina se contraía alrededor de sus dedos y dejaba marcadas mis uñas en su brazo.
Mi pecho subía y bajaba agitado, y acto seguido sacó la mano de mi intimidad, llevando disimuladamente los dedos a su boca, saboreando mis fluidos. Me sonrojé brutalmente y él sonrió, complacido por mi reacción.
Maldito cabrón.
De imprevisto, cogí su miembro, sorprendiéndole.
Sonreí, si quería juego, lo iba a tener.
Lo liberé de la fina tela del bóxer y lo empecé a masajear, moviendo mi mano de arriba a abajo.

-Mocosa, como sigas no voy a poder parar. Y me da igual follarte delante de tod.. hm.. -hice presión sobre su pene, obteniendo un ronco gemido de su parte. Le sonreí burlona.

Pasé mi dedo por alrededor de su glande, y por la gota de líquido preseminal que se formaba en su punta.
Moví la mano de forma semicircular por de su miembro, y él empujaba levemente sus caderas, simulando pequeñas embestidas, mientras apretaba la mandíbula hasta el punto de parecer que se rompería.
Quería más, y yo necesitaba más de él.

-Ahora dime, ¿qué vas a hacer cuando me corra? No querrás manchar nada. -preguntó susurrando, penetrándome con la mirada.

-Igual no dejo que lo hagas. -respondí.

-Igual luego lo lamentas. -contestó tranquilamente.

Le miré reprimiéndole. Amaba y odiaba lo fácil que podía dominarme, me encendía de una forma brutal, aun sin hacer nada.

Seguí moviendo mi mano y cuando Levi echó ligeramente su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, supe que estaba a punto de explotar. Escondí disimuladamente mi cabeza en la manta, y me acerqué a su miembro, colocando la boca en la punta de éste y lamiéndolo mientras seguía frotando el resto de su pene. Él se tensó, dejándose ir, y expulsando su líquido. Tragué, y chupé una última vez para finalizar. Levanté mi cabeza poco a poco, rezando por que nadie se hubiera dado cuenta. Y al parecer así fue, todos seguían pendientes de la película. Miré a Levi relamiéndome los labios, a lo que me dedicó una mirada cargada de deseo.

-Eres una cerda, mocosa. Estas cosas no se hacen en público. -susurró grave, mordiéndome el lóbulo de la oreja.

-Culpa tuya Ackerman, has empezado tú. Y joder... sabes bien, quiero más. -le miré suplicante.

-Mierda. Túmbate de lado, ya. -dijo gruñendo.

Levi Ackerman (One shots) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora