7.

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Salí con el pijama puesto después de ducharme y me dejé caer en la cama, agotada. Los entrenamientos cada vez eran más duros y mi cuerpo lo notaba, las agujetas empezaban a hacer presencia.
Mis ojos se estaban cerrando cuando escuché el sonido de la puerta abriéndose.

-Huh... ¿estás bien? -habló Levi suavemente cerrando la puerta tras él.

-No, ¿nos queréis matar o qué? Estoy para que me entierren. -me quejé dramáticamente.

-No seas exagerada mocosa, no es para tanto. -le restó importancia, y noté la cama hundirse a mi lado.

-Claro, para ti que estás acostumbrado. -repliqué.

-Tch, dramática... -susurró revolviéndome el pelo.

-Ya que estás, hazme un masaje en la espalda, haz algo con esas manos que no sea limpiar o matar titanes. -sonreí.

-Sé hacer muchas más cosas con las manos, tú lo sabes bien. -Levi arqueó una ceja.

Reí y él se colocó encima de mi espalda baja, quedando sus rodillas a cada lado de mi cadera. Se dispuso a realizar el masaje, movía sus dedos en círculos, bajando poco a poco mientras ejercía algo de presión. Gemí cuando tocó cierto punto de mi espalda.

-Mierda Levi, ahí, hazlo más fuerte.

-Maldita sea...-dijo para sí mismo, haciendo más presión.

Cuando esa parte se destensó siguió el recorrido, y subió sus manos a mi cuello. Gemí de nuevo cuando sus dedos lo masajearon.
Y me sobresalté cuando noté algo duro presionando mi culo.

-¿Qué cojones? ¿Te has empalmado? -reí divertida.

-Joder, si no gimieras de ese modo, esto no estaría pasando. -se excusó.

-Será eso... -balanceé las caderas presionándome más contra su entrepierna, escuchando cómo aspiraba aire fuertemente.

-Mocosa, así no ayudas... -gruñó.

-No pretendía hacerlo. -sonreí.

Acto seguido me dio la vuelta, colocándose entre mis piernas. Sus manos subieron a mis pechos, masajeándolos por encima de la ropa.

-¿Esto también forma parte del masaje?

-Sí, es un completo. -reí por su contestación y lo cogí del uniforme, acercándolo a mí, uniendo nuestras bocas. Rozó su lengua con la mía y me estremecí, mordiéndole el labio seguidamente.
Devoró mi cuello y luego se deshizo de mi camiseta, pasando a lamer mis pezones, dejándolos erectos.
Quitó mi pantalón a la vez que la prenda de ropa interior que quedaba.
Sus dedos se pasearon por mi entrada, recogiendo los fluidos que comenzaban a emerger. Gemí cuando introdujo dos dedos lentamente.
De un momento a otro, su lengua recorrió mi humedad, centrándose en mi clítoris ya hinchado; realizando círculos con la lengua y succionando suavemente.
Jadeé sujetando su cabello con las manos cuando llegué al orgasmo.

-No es justo, no estamos en igualdad de condiciones. -dije aún agitada.

Con su ayuda empecé a quitarle el uniforme, dejando a la vista su muy trabajado cuerpo.
Me tomé mi tiempo pasando las manos entre sus abdominales.

-Levi... eres caliente de cojones. -dije hipnotizada admirando su cuerpo.
Rió suavemente y me besó de nuevo.
Bajé a su cuello, recreándome en él, mordiendo de vez en cuando, mientras con la mano masajeaba su punzante erección.

-Maldita sea, necesito follarte ya. -gruñó.

-¿Entonces a qué esperas? -coqueteé y maldijo en voz baja.

Me coloqué en cuatro, apoyando el pecho sobre la cama. Movió su pelvis hacia adelante y atrás, frotando su miembro sobre mi sensible zona.
Ahogué un gemido cuando Levi metió lentamente su miembro.
Luego repitió la acción, volviéndolo a meter a la misma velocidad, lenta y pausada.

-Eres un desgraciado, ¿cómo me haces esto? -solté un gemido.

De un momento a otro, aceleró sus movimientos de forma brusca, agarrando mi pelo y tirando suavemente de él.

-¿Qué decías? -retó con la voz enronquecida dando una fuerte embestida- Mocosa indisciplinada. -otra embestida más- Te estoy follando tan bien que los entrenamientos no van a ser nada comparado con esto. -otra más.

-J-joder... -jadeé con los ojos nublados por el placer.

Una sonrisa engreída adornaba su rostro, mientras seguía con sus movimientos a una velocidad y profundidad enloquecedoras.
De repente una fuerte nalgada resonó por toda la habitación. Mi piel se erizó ante el dolor y la excitación que me provocó.
Sin previo aviso, otra.
Suspiré temblorosamente.

-Te gusta ¿eh? -gruñó- noto cómo estás engullendo mi polla... Que sea así de rudo te enciende.

Me sonrojé y él rió burlonamente, sabiendo que tenía razón.
Levi siguió golpeando con fuerza, cerrando sus ojos. Mi cuerpo empezó a temblar, sintiendo cerca otro orgasmo.

-Nena... te estás apretando mucho más... -gimió relamiéndose el labio.

-No puedo aguantar más, l-levi... -sollocé.

-Córrete mocosa -aumentó el ritmo de sus embestidas- así nena, así...

Grité al llegar al límite, creando fuertes contracciones que provocaron que Levi explotara, cayendo los dos agotados sobre la cama.

Me rodeó con sus brazos, y apartó los mechones de pelo que caían sobre mi sonrojada cara.
Me besó lentamente y luego se quedó observándome durante unos segundos.

-Tch, me gusta cómo te ves recién follada. -informó.

-¿Necesitada de una silla de ruedas? -bromeé y Levi rió levemente- mañana no voy a poder entrenar, estoy reventada. -suspiré.

-Si no vas a entrenar, al menos que sea con razón; móntame.

Levi Ackerman (One shots) (+18)Where stories live. Discover now