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-Cheryl, yo... - Me quedé paralizada.

No sabía que decirle, moría de la vergüenza. Seguro pensaba que yo era una pervertida de lo peor.

-¿Qué significa esto? - Pregunto ella.

Levanto su mirada y me miró directamente.

-L-lo siento. No pienses mal. - Trague saliva. - No sé qué pasó, se me salió de control.

Cheryl se quedó mirándome unos segundos, no sabía decifrarle la mirada.

-Y... ¿qué vas a hacer con esto? - Miro mi gran humedad.

-Nada. - La miré a los ojos. - No se como quitarlo.

Ella me miró aterrada.

-¿Enserio no lo sabes? - Río. - Solo hay dos maneras, la primera es... bueno ya sabes, tener relaciones y la segunda es... que alguien o tú, te toques aquí hasta llegar a... bueno, creo que ya lo sabes. - Dijo nerviosa.

Por dios, tenía sus mejillas rojas. Se veía tan hermosa.

-Prefiero, dejarlo así, no pienso tocarme. - Me negué.

-Bueno, en ese caso tus padres te van a ver así. - Dijo divertida.

-Bueno, eso me preocupa, pero no tanto como lo que tú estás pensando en este momento. Seguramente piensas que soy una enferma o una pervertida. - Le dije apenada.

-No, no pienso eso. - Sonrió. - ¿Te has besado con alguien alguna vez? - Pregunto.

-Sí, hace poco tuve una novia, pero terminamos porque ella se tuvo que ir.

-¿Y ella no hacía que te pasara esto?

Negué avergonzada.

-Oh... entonces soy la afortunada. - Sonrió coqueta.

¿Afortunada? Rayos, no entendía lo que me quería decir. Lo único que sé es que tenía mucha vergüenza.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Claro. - Asentí.

Demonios, la mancha se notaba mucho. El hecho de que ella estuviera inclinada tan cerca de mí, no ayudaba a mi humedad. Solo sé que me dolía un poco, y hasta palpitaba.

Cheryl puso su mano en mi pierna y comenzó a subirla hasta llegar a mi centro, cuando lo hizo, la pasó suavemente y después apretó. No pude evitar soltar un gemido.

-Oh por dios Toni. - Quito su mano de ahí. - Te iba a preguntar si podía tocar, pero se me olvidó. - Hizo un puchero. - Espero que no te moleste.

-No, claro que no me molesta. - Dije apenada.

Ella se levantó del suelo y se sentó en la cama, a mi lado.

-¿A qué hora tienes que irte?

-Sinceramente no lo sé, no le avisé a mis padres que saldría.

-Que mal. - Río. - ¿Entonces quieres irte ya? - Preguntó.

-Creo que es lo más prudente luego de lo que acaba de pasar, no quiero incomodarte y mucho menos con esto. - Mire hacia abajo.

-No me incomodas. - Sonrió. - Me caes bien, aún después de lo que paso. - Río.

Se acercó y me dio un beso cerca de mis labios. Oh dios, como hubiera querido que lo hubiera hecho en ellos.

-¿Crees que con eso baste?

-Muero de la vergüenza contigo, Cheryl. No tienes que hacer nada, solo yo soy la culpable.

La puerta se abrió bruscamente. Cheryl y yo nos giramos y vimos a Sofía, la hermana de Cheryl.

-Hola. - Entró. - ¿Qué hace la vecina aquí? – Se acercó a Cheryl.

-Estaba visitando. - Cheryl se levantó.

-Hola, vecina. - La salude más no me prestó atención.

-Son las 10pm, creo que los padres deben estar buscando a esta chica por toda la vecindad. - Dijo Sofía.

-Si lo sé. Voy a ponerme una chaqueta para poder acompañarla a su casa.

Cheryl dio dos pasos y abrió su gran clóset.

-Mira que buena esta. - Le dio una palmada en el trasero a Cheryl. - ¿No crees Toni?

¿Le dio una nalgada a su propia hermana? Por dios, estaba loca. ¿Quién demonios hace eso?

-Bueno, vamos. - Cheryl se giró y sonrió.

Me levanté de la cama y salí de la habitación. Si, lo sé. No me despedí de Sofía, pero igualmente ella no lo iba a hacer. Cheryl tomó mi mano y caminamos hasta mi casa, ninguna de las dos dijo nada.

-Gracias por hacerme compañía. - Ella sonrió.

-Cuando quieras puedo hacerte compañía. - Le sonreí tímidamente.

Ella se quedó ahí al frente, mirándome. ¿Tenía que besarla, no es así? Pero no sabía si eso era lo que ella quería. ¿Y si lo estropeaba?

-Te veo mañana en el colegio. Que descanses.

Se giró y comenzó a caminar nuevamente hacia su casa.

Eres una estúpida Toni, tenía que besarla. Maldita y desgraciada timidez, ¿Lo había arruinado?

Enamorada de mi vecina // Choni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora