Enamorada de mi vecina // Choni

23°

-¡Ya, Sofía! - Me voltee para mirarla. - Me tienes cansada, ya basta. - Dije fastidiada.

-Respóndeme la puta pregunta. - Me miraba directamente a los ojos.

-Tú sabes la verdad. Sabes como soy yo, no hace falta que te preocupes.

-¿Preocuparme yo? - Río. - No quiero volver a verte con esa tipa. - Dijo seriamente.

-¿Qué? - Exclamé. - Estas llegando al punto, Sofía. No tienes que decirme que hacer o no. Y te aviso que si quiero hacerlo con Toni todo el día y la noche, en todas las posiciones y lugares que sea, lo hago. Porque lo que tú pienses o quieras no me importa.

Sofía empuñó sus manos, y cerró sus ojos, su rostro se formó tenso.

-¡Eres una puta Cheryl! - Gritó. - ¿Acostarte con ella? ¿Enserio? - Negó. - No pienso dejar que tú y esa tipa tengan nada.

-No tenemos nada, Sofía. Cálmate.

-¿Qué me calme? Te voy advirtiendo de una vez que voy hacer todo lo posible para hacerle la vida un infierno a esa maldita nerd de mierda.

-¿Por qué la odias tanto?

-¿Qué acaso no lo sabes? Odio a las chicas como ella. Cada que la veo quiero vomitar, es horrorizante tenerla cerca y verla contigo es una pesadilla.

-Ya deja de ser tan estúpida Sofía. - Exclamé furiosa. - Toni es una buena chica.

-Déjame adivinar, sus flujos mataron las pocas neuronas que te quedaban. - Dijo descaradamente.

Alcé mi mano y la llevé rumbo a su mejilla y pasme una fuerte bofetada. La palma de mi mano quedó ardiendo.

-No seas baja, ¿cómo te atreves a decirme eso? Soy tu hermana.

-Las cosas como son, sabes que soy clara y digo lo que pienso. - Se volteó y caminó hacia la puerta. - Te advierto que esa chica va a sufrir si sigue contigo. - Abrió la puerta y salió.

Caí en la cama rendida. Nunca había peleado así con Sofía, siempre nos habíamos llevado muy bien. Ella no tenía razón para tenerle tanto odio a Toni. No entendía porque le fastidiaba verla. Toni era una buena chica, era diferente a todas, y eso me estaba comenzando a gustar. Su forma de ser, su forma de tratarme, todo lo que hacía. No era como las chicas comunes, ella era especial y yo de verdad le importaba, o al menos eso pensaba.

Todo me tenía tan confundida. No tenía claro lo que sentía, ni lo que quería. Pero tenía que pensar mejor las cosas, no podía cometer un error.

Pero si de algo estaba segura, es que antes que todo iba a lograr que Sofía y Toni se llevaran mejor, eso me ayudaría a tomar una desición.

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Narra Toni:

-Y entonces la hamburguesa se abría, y comenzaban a salir bailarinas, yo estaba sufriendo porque no podría comerme la hamburguesa, se veía tan apetitosa. Pero entonces llegó una salsa gigante y aplastó la hamburguesa, la salsa de la hamburguesa me cayó en el rostro. Y la tapa de la salsa se abrió y entonces Miley Cyrus salió de ella, y comenzó a cantar We can't stop, estaba llena de salsa por todos lados, y... - La interrumpí.

-Espera Betty, ¿qué? - Dije confundida.

-Déjame terminar Toni. - Hizo una pausa breve. - Entonces, luego de eso Justin Bieber salía de una pizza gigante y venía a mí, y me daba un autógrafo, y cantaba conmigo Baby. Oh por dios Toni, fue muy emocionante.

-Betty... ¿Estás drogándote? - Pregunté preocupada.

-Fue un sueño, Toni. ¡Fue fantástico y a la vez horrorizante porque no pude comer nada!

-Fue un sueño extraño entonces. - Dije.

-Lo fue, Toni. - Suspiró. - ¿Y tú como has estado? - Preguntó.

-Bien, solo que no he podido verme con Cheryl, hace dos días no la veo, es desesperante, y además estoy confundida.

-¿Por qué?

-El día en el que fui a su casa por última vez, cuando salí de su habitación, me di cuenta que me había olvidado mi suéter. Así que subí y escuché una conversación entre ella y su hermana, la verdad no la escuché muy clara porque la puerta estaba cerrada pero pude escuchar que su hermana me odia, y además le dijo que era una cualquiera por querer tener algo conmigo, y escuché algo sobre una apuesta pero tuve que irme porque mi celular comenzó a vibrar, y podían darse cuenta de que las estaba escuchando.

-¿Y apuesta de qué?

-No lo sé, eso me preocupa. Y no la eh visto en dos días, su hermana la lleva a casa después del colegio, seguro con las idiotas de Heather y Josie.

-¿Ya la llamaste?

-No, me da vergüenza, ¿qué tal que está molesta? No quiero parecer una acosadora.

-No hace falta decirte que eres una tonta. Debes llamarla, seguro está pensando que solo la utilizaste para... Ya sabes, perder tu virginidad, y eso que no terminaron.

-¿Tú crees que este pensando eso? - Dije preocupada.

-Sí. - Respondió.

-Oh por dios, esto está mal, no quiero que piense eso. - Suspiré. - Le mandaré un mensaje.

-Hazlo, me llamas y me cuentas que te respondió, ¿vale?

-Claro, hablamos al rato. - Colgué.

Cogí mi celular y fui a la opción de mensajes. Dude un poco sobre que escribirle pero al final me decidí por '¿podemos hablar?' Creo que soné muy seria. Pero ya había enviado el mensaje.

Esperé unos minutos, y no respondió. Nada. Me puse nerviosa, caminé de un lado a otro por mi habitación con el celular en la mano, hasta que tocaron la puerta.

-¡Toni! - Mi papá gritó.

Caminé y abrí la puerta, para luego ver a mi papá acompañado de mi vecina.

-Cheryl te necesita. - Dijo mi padre y se marchó apurado, estaba viendo el partido.

La miré nerviosa.

-Hola Toni, ¿puedo pasar? - Sonrió.

-Hola, claro, adelante. - Me hice a un lado, ella entró y cerré.

-Fue un buen recibimiento el hecho de que estés así. - Sonrió. Mirando mi blusa que dejaba a la vista mi estómago.

-Oh. - Reí. - Es que tenía calor. - Me acerqué a ella.

-¿Querías hablar conmigo? - Preguntó mirándome.

-S-Si, quería verte. - Pase la mano por mi cabello.

-¿Enserio? Yo también. - Me abrazó de repente, correspondí a su abrazo.

-Te extrañé. - Susurré. Ella se alejó lo suficiente para mirarme a los ojos.

-Sólo fueron dos días. - Río. - ¿Estas estudiando? - Alzó una ceja.

-Sí, pero ya iba a terminar.

Se alejó de mí, y caminó hacia mí escritorio donde estaba mi computadora.

-¿Hidrostática? - Me miró.

-Si. - Me acerqué.

-Yo lo único que he podido estudiar, es la opción de volver a hacer cositas malas contigo. - Susurró mirándome fijamente. - ¿Quieres?

-Sí, pero... Antes quiero hacerte una pregunta. - Tragué saliva.

-¿Si? ¿Qué pregunta? - Frunció el ceño.

-Bueno, es que... quisiera... quisiera pedirte que... - Respiré profundo. - ¿Quieres ser mi novia?

La expresión de su rostro cambió completamente, su rostro se tornó tenso y apartó sus manos de mí.

-Toni yo...