14°

1.3K 146 58
                                    

Narra Cheryl

-¿Ya no estas molesta? - Pregunté. Dejé de besarla y la miré a los ojos.

-Yo... Es que, sé que solo soy tu amiga, y siendo así nos besamos y hemos hecho muchas cosas, como lo de ayer, por ejemplo. Pero... Heather también es tu amiga, y me pone mal pensar en que también te beses con ella, y hagas cosas con ella.

-¿Qué? - Exclamé furiosa.

Me alejé de ella y la fulmine con la mirada.

¿Qué me estaba tratando de decir?

-Me estás diciendo zorra. - Afirme.

-No, claro que no. - Intento cogerme la mano.

-¡No, Toni! - Me negué. - No soy una zorra, no se que estás pensando, por dios. No me beso con todas, solo contigo. ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? Me ofendes.

-Lo siento yo no quise decirlo. ¡Déjame explicarte!

-No, ya fue mucho por hoy. Se supone que eres inteligente ¿no? Entonces deberías saber que uno no llama zorra a la persona que le gusta.

-Yo no... - La interrumpí.

-¿Crees que no me duele que me digas eso?

-Entendiste mal, no te dije zorra. Nunca te lo diría.

-Heather se ofreció a llevarme a casa, pero... Se me haría más interesante el camino si tú lo hicieras. - Comente.

-Con gusto lo haría. - Me sonrió.

-Entonces vamos, antes de que vuelva. - Reí.

Dicho esto, salimos del colegio. Caminamos hasta el parqueadero de autos donde Toni guardaba el suyo.

Amaba ver ese auto, era tan genial ir en el.

-Mi papá me lo presta para venir al colegio. - Dijo mientras manejaba.

-Genial ¿Cómo te fue hoy? - Pregunté mientras bajaba el vidrio de la ventana.

-Muy bien. - Sonrió.

-¿Pensaste en mí? - La miré.

-Mucho. - Me dio una mirada rápida.

-Yo también, quería verte... - Susurré.

-¿Enserio?

-Sí.

Cruce mis piernas, las cuales estaban al descubierto por la falda de mi uniforme negra con cuadros rojos, al igual que la de ella.

-¿Tu hermana se dio cuenta de lo del abrigo? - Preguntó nerviosa.

-No... Y no creo que lo haga si me lo das ahora cuando lleguemos a casa.

Me desabroché el cinturón de seguridad.

-No... No deberías quitártelo. - Susurró.

-¿Por qué? Tu sabes conducir muy bien. - Me acerqué un poco y le di un beso en la mejilla. - No creo que nada te haga distraer. - Susurre sensualmente.

-Tú lo haces. - Aseguró.

-Oh... ¿Enserio? - Reí. - Ayer no pudimos terminar lo que estábamos haciendo.

-No. - Tragó saliva.

-Quiero terminarlo, Toni. - Rápidamente puse mi mano en su intimidad.

-Oh dios... - Gimió levemente. - Aquí no... - Dijo sin fuerzas.

-¿Por qué? - Comencé acariciarla suavemente.

-Porque... Podríamos tener un accidente.

-No, claro que no... Además la calle está muy sola.

Como pude desabroche su falda.

-¿Qué haces? - Preguntó confundida y nerviosa a la misma vez.

-Nada que no te vaya a gustar. - Murmuré. - Ahora levanta la cadera.

-¿Qué? - Mi miró extrañada.

-No desvíes la mirada de la carretera. - Exclamé.

Toni volvió la mirada al frente.

-Levanta la cadera. - Repetí.

Toni dudó un poco pero me hizo caso. Cuando levanto la cadera rápidamente bajé su falda hasta la mitad de sus piernas.

-¿Sabes porque te la baje? - Susurré.

Ella negó con la cabeza.

-Bueno... Ahora te darás cuenta. - Le di un beso rápido en la mejilla.

Luego llevé mis dos manos a su entrepierna y deslicé fácilmente su ropa interior.

¡Oh, estaba mojada!

¿Cómo podría haberse mojado tan fácil?

-Cher, ¿qué haces? - Preguntó nerviosa.

-¿Qué hizo que te pusieras así?

-¿Qué? - Preguntó. - Cheryl, por favor. No me siento bien teniendo mis... Partes íntimas al descubierto.

-¿Puedes bajar la velocidad por un momento? - Acaricie su rostro.

-Espera... - Menoro la velocidad.

-Genial. - Me acerqué y la besé.

-Cheryl... Vamos... Vamos a tener un accidente. - Dijo entre beso y beso.

-Solo quería darte un besito. - Le sonreí.

Luego de eso lleve una de mis manos a su intimidad y comencé a frotar suavemente.

-Oh dios... - Toni gimió.

Luego de unos segundos, me incliné, y le di un pequeño beso ahí. Sentí el cuerpo se Toni estremecerse por completo. No quise esperar y pasé mi lengua.

-Cheryl. - Gimió. - Voy a perder el control del auto.

No respondí y seguí con lo que estaba. Lami de arriba abajo, fuertemente. Luego la penetre con mi lengua, escuchando los fuertes gemidos de Toni.

Note que se estacionó en algún lado que no pude ver.

Seguí con lo mío hasta que sentí que Toni iba a llegar, entonces me separé. Justo en ese momento llegó a su orgasmo.

Me acomodé en el asiento, y acomode mi cabello como siempre, mientras Toni respiraba pesadamente.

Observe que ya estábamos en casa. Genial.

-Gracias por traerme. - La miré.

Ella giró un poco su cabeza la cual estaba apoyada en el asiento.

-Ha... Ha sido. - Sacudió la cabeza. - Nunca me había sentido así, muero de vergüenza. - Suspiró.

-¿No te gusto? - Alcé una ceja.

-¡Sí! Muchísimo. - Dijo sonrojada.

-Entonces ya está. - Me acerqué y la besé en los labios. - Te quiero. - Le dije me separe y abrí la puerta del auto.

-Yo también te quiero. - Susurró. - ¿Nos vemos esta noche? - Preguntó.

-¿Quieres verme de nuevo? - Sonreí.

Ella asintió.

-Llámame ahora, tal vez podamos vernos en la noche. - Le guiñé el ojo y me bajé del auto.

Enamorada de mi vecina // Choni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora