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Caminamos rumbo a un pequeño parque que había en la vecindad, había algunos niños jugando fútbol. Cheryl y yo nos sentamos en una pequeña silla de madera que había en el lugar.

-¿Por qué tuviste una mala mañana? - Preguntó.

Rayos. Me bloquee en ese momento.

-Porque... No estudié lo suficiente para unas preguntas que iba a realizar la profesora. - Dije nerviosa.

-Pensé que sabía mucho sobre todo. - Dijo pensativa.

-No lo suficiente. Quisiera saber más de lo que se.

-Eres la mejor estudiante del colegio, ¿No tienes con saber eso? - Preguntó divertida.

-Bueno... - La miré inexpresiva.

-¿Qué quieres ser en un futuro? - Preguntó.

-Abogada, ¿Y tú?

-Me gustaría ser diseñadora.

-Con cualquier cosa te irá bien.

-¿Cómo puedes decir eso? No me has visto diseñar algo.

La miré nerviosa.

-Lo siento. - Baje la mirada.

-Eres muy tierna. - Acaricio mi rostro con su delicada mano.

Levanté la mirada y sonreí.

-¿Vas a salir con Heather? - Pregunté.

La expresión de su rostro cambió completamente.

-No. - Dijo cortante.

-Ella... Ella es una rompecorazones, es engreída y juega con las mujeres y hombres. No te aconsejo que salgas con ella.

-No te pedí que me la describieras. - Dijo ella.

-Oh, sí, lo siento. Aveces hablo más de la cuenta.

No sé si fueron mis palabras, pero todo se quedó en silencio por unos incómodos segundos.

-¿Quieres un helado? - Pregunté.

-No. - Sonrió. - Pero gracias.

-¿Quieres ir a algún lado? - Pregunté.

-No. - Negó divertida. - Estoy bien aquí contigo.

La miré a sus encantadores ojos. Por dios, era tan hermosa. En ese momento me pregunté, ¿qué pasaría si la besara? ¿Y si me rechazaba? ¿Si no le gustaba? ¿Y si... si le gustaba? Quería arriesgarme.

Así que, cerré mis ojos y comencé a acercarme a ella. Pronto sentí que unos dulces labios chocaron con los míos. Me quedé bloqueada ante esa sensación, no moví mis labios, los dejé allí. Eres estúpida Toni. Ella se separó y río.

-¿Nunca has dado un beso? - Preguntó sin dejar de reír.

-Sí, pero... - Me interrumpió.

-Déjame enseñarte.

Se acercó nuevamente, me tomó del cuello con una de sus manos y me atrajo a ella. Me besó lenta y delicadamente. Sus labios me estaban matando. No podía creer que nos estuviéramos besando. Lleve mis manos a su cintura y las dejé allí. Sentí que succiono mi labio inferior. Con ansias, la besé con más intensidad. Casi que devore sus labios. Sus manos pasaron de mi cuello a mi rostro, sentí su lengua recorrer mi labio inferior. Lo que me hizo erizar.

-Es mejor que... - Se alejó un poco de mí. - Es mejor que paremos, estamos subiendo de tono. - Dijo ella mirándome.

La miré perpleja. No sabía que decirle después de lo que acababa de suceder, me había gustado tanto.

-¿Te gustó? - Preguntó.

-Mucho, muchísimo, demasiado. - Dije animada.

-Es la primera base. - Dijo mirándome.

-Oh.

¿Qué? Tendría que averiguar sobre eso.

-Puedo enseñarte todo eso si quieres. - Sonrío.

-¿Enserio?

¿Qué tanto podría enseñarme? Por dios, mi mente se alborotaba e imaginaba lo peor.

Enamorada de mi vecina // Choni Where stories live. Discover now