25°

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-¡Toni! - Gimió.

Succioné la piel de su cuello, sabiendo que le iba a dejar marca.

Subí a si boca y besé sus labios con desesperación. Sentía nuestras respiraciones agitadas y el calor crecía cada vez más en la habitación.

Su lengua invadió mi boca de la manera más íntima posible, mientras sus manos luchaban por bajar mi ropa interior.

Dejé de besarla para sentarme a su lado, y bajar mis bragas rápidamente. Una parte de mí temía que mi papá llegara y nos encontrara así. Pero era un riesgo que estaba dispuesta a correr.

Me estremecí al sentir sus uñas pasar por mi hombro. Volteé un poco mi cabeza y vi que Cheryl estaba detrás de mí, sonriendo mientras me miraba. Sonreí.

Sus manos bajaron por mis pechos, mientras sus labios iban hacia mi cuello y me chupaba tentativamente. Succionaba la piel y luego pasaba su lengua por la zona enrojecida. Temía por la reacción de mi madre, era imposible que no se dieran cuenta de que estábamos en una situación así.

-Te quitaste la bufanda, has hecho trampa. - Susurró sensualmente, mientras besaba el lóbulo de mi oreja. - Ya no podemos jugar más. - Me besó.

Jalé de su brazo para atraerla más a mí, pero ella se negó. La miré confundida.

-¿Qué? - Pregunté nerviosa.

-Sí, bueno... Tú te quitaste la bufanda, ahora no podremos jugar. - Hizo un puchero.

-Pero... - Me levanté de la cama, busqué la bufanda.

La vi a un lado de la habitación, caminé hacia ella y me incliné para tomarla.

-Que hermosa vista. - Susurró.

Reí nerviosa y me volteé para mirarla, ella mordía su labio inferior.

Se levantó y se quedó observándome. Ella seguía vestida, se me hacía incómodo ser la única de las dos en estar desnuda.

-Bueno... Ya encontré la bufanda. - Dije.

-Eres una pícara, ¿quieres seguir jugando? - Río.

Asentí pasando mis manos por si cintura para apretarla contra mi cuerpo. Gemimos a la misma vez.

-Mmm, ¿tomaste algo? No estás tan tímida como siempre. - Susurró, pasando su mano por mi brazo derecho.

-No he tomado nada, no sé que es lo que me pasa. - Dije nerviosa.

Ella sonrió.

Fui subiendo su blusa mientras acariciaba su espalda. La quité y la lancé a un lado.

No llevaba sostén.

-Eres tan hermosa. - Susurré.

Me incliné un poco y succioné uno de sus pezones. Gimió, llevando una de sus manos a mi cabello para acariciarlo.

-Toni... - Me besó. - Voy a taparte los ojos nuevamente. - Tomó la bufanda que había en mis manos y me la puso una vez más.

-¿Ves algo? - Preguntó.

-No. - Negué.

Me cogió de la mano y me guió hasta la cama.

Entreabrí los ojos y respiré profundo esperando algo que no tenía idea de que sería. Lo único que sabía en ese momento era que me encontraba jodidamente caliente y mojada. Tanto que sentía palpitar mi intimidad. Temía venirme justo en ese momento sin estar haciendo absolutamente nada. Me tenía jodidamente excitada.

Enamorada de mi vecina // Choni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora