20°

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La noche anterior había tenido "sexo telefónico" me sentía extraña. Bueno, nunca había hecho ese tipo de cosas y el hecho de haberlo hecho con Cheryl me ponía nerviosa y ansiosa.

Llegué del colegio, subí a mi habitación y miré por la ventana. Su ventana estaba cerrada. ¡Maldición!

Fui hasta mi armario y me cambié de ropa. Bajé al primer piso, allí me encontré con mi mamá.

-Voy a salir. - Avisé.

-¿Adónde? - Preguntó.

-Voy a ver a la vecina.

-Vale, pero no demores mucho. - Advirtió.

-No lo haré, te veo luego.

Ella sonrió.

Salí de casa y caminé hasta llegar a casa de ella. Toqué el timbre y esperé a que abrieran.

Para mi mala suerte, Sofía abrió.

-¿Qué quieres? - Dijo.

-¿Está tu hermana? - Pregunté.

-No. - Susurró.

-¡Sofía! - Escuché la voz de Cheryl.

La vi venir, tan hermosa como siempre.

-Hola Toni. - Sonrió.

-Hola. - Sonreí. - Te traje esto. - Le entregué una chocolatina.

-¡Qué ridiculez! - Exclamó Sofía. - No pienso presenciar esta asquerosidad de escena.

Rodó sus ojos y entró nuevamente a la casa.

-Hoy no está de humor. - Dijo ella. - ¿Quieres pasar? - Preguntó.

-Claro.

Entré a la casa y ella cerró la puerta.

-¿Vamos a mi habitación? - Preguntó.

-C-Como tu quieras. - Dije nerviosa.

Ella sonrió y me cogió de la mano.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación. Ella cerró con seguro.

-Mis padres no están. - Susurró mientras caminaba hacia mí.

-¿En dónde están? - Pregunté.

-No lo sé. - Se paró frente a mí y pasó sus manos por mi rostro. - ¿Te gustó lo de ayer?

-Sí, por supuesto. - Tragué saliva.

Cheryl sonrió y se acercó para besarme. Sus manos fueron a mi cuello mientras las mías fueron a su cintura para acercarla más.

El beso comenzó siendo suave y tranquilo pero la emoción iba aumentando cada vez más, hasta que sentí su lengua invadir mi boca y acariciar la mía con movimientos suaves. Gemí. Sus labios tomaron mi labio inferior y sentí como lo succionó.

-¿Pensaste en mi ayer por la noche? - Susurró comenzando a desabrochar los botones de mi camisa azul oscuro.

-Mucho. - Dije mirándola.

-Yo también. - Se mordió el labio. - Me gustas tanto Toni. - Volvió a besarme.

Nuestros labios se devoraban mientras ella quitaba mi camisa. Cuando lo hizo la tiró a un lado y sus manos bajaron a mis shorts.

-¿Qué... Qué haces? - Pregunté con la respiración entrecortada.

-No tengo idea. - Dijo.

Fruncí el ceño.

-Quítate esos shorts.

-¿Qué? ¿Y si alguien nos ve? ¿Y si alguien entra?

-Nadie va a entrar. - Dijo obvia.

Vacile un poco pero le hice caso y me los quité.

-Así me gusta. - Sonrió.

Yo la miré nerviosa.

-Ahora... - Se inclinó. - Tus bragas.

-Creo que... - Fui interrumpida sorpresivamente por sus manos bajando mi ropa hasta los tobillos, quedándome solo en sujetador. - ¿Qué estás haciendo? - Pregunté.

Ella se levantó y se alejó un poco, me sorprendió la manera en la que observó todo mi cuerpo, miró cada detalle. Eso me hizo sentir muy nerviosa.

-Que sexy Toni. - Susurró.

-Yo... - Tragué saliva.

-No seas tan tímida Toni. - Se acercó a mí. - Hace mucho tiempo quería verte así. - Susurró.

-Me da miedo que entren tus papás.

-No puedes ser tan aburrida Toni. - Hizo un puchero.

Cheryl retrocedió y se quitó la ropa que llevaba encima dejándome observar su cuerpo semidesnudo, su ropa interior color negra. Por dios, era hermosa.

-¿Te gusta? - Preguntó mientras se acercaba.

-Sabes que si. - Respondí.

Cheryl sonrió y me empujó a la cama. Ella se sentó en la orilla.

-Toni, está vez no voy a tener compasión contigo. - Susurró.

-¿Qué?

No obtuve respuesta de su parte. Sentí que hizo presión en mi intimidad con una de sus manos, subió hasta mi rostro y me besó, mordió mi labio inferior y volvió a bajar. Yo la miré nerviosa, Cheryl también me miró mientras se relamía los labios. Abrió su boca ligeramente para atormentarme, sacó su lengua y lamió mi clítoris. Gemí. Con sus labios empezó a succionar fuertemente, cerré mis ojos y gemí. Sentí su lengua manteniéndose unos segundos en mi entrada hasta que sentí como succionó fuertemente, yo gemía exaltada. Sus labios chupaban todo mi centro mientras yo gemía descontroladamente.

-Umm, Toni... - Gimió y succionó con más fuerza.

-Oh dios. - Gemí.

Era incapaz de soportar más, me vine en su boca. Mi pecho subía y bajaba. Me estremecí al sentir como tomaba todo mi orgasmo con su boca.

Enamorada de mi vecina // Choni Where stories live. Discover now