❛ Esa dulce fragancia inunda mis fosas nasales y solo quiero tenerte para mí; no dejarte ir, amarte siempre y sin preocupación. Como adoro tu perfume de rosas. ❜
「 ¡¡ Advertencia !!
♥︎ Posibles temas delicados.
♥︎ Posibles spoilers del man
...
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— No me quejo en la posición en la que estamos, pero siento que cuando te acuerdes de esto mañana vas a golpearme.
— Las almohadas no hablan, ¿entendido, cielo?
— ... Deberías llamarme más seguido cuando bebas.
Luego de llevarla hasta su apartamento y dejarla en su habitación, Hana parecía estar algo fuera de sí, actuando como normalmente no lo haría.
Él, al intentar dejarla acostada, terminó debajo de ella mientras ésta lo abrazaba a su antojo de nuevo como una almohada.
— Tuve un día normal. — comenzó a hablar. — Pero esos tipejos me lo arruinaron~. Así que deja que te use para dormir hoy.
— ¿Puedo al menos negarme?
— ¿Acaso piensas que te lo estoy preguntando? — levantó la parte superior de su cuerpo, posicionando sus brazos a los costados de la cabeza de Ran. — ¿Quién fue el que propuso que durmiéramos juntos, en primer lugar?
— No pensé que aceptarías tan rápido.
— Estoy algo ebria~, supongo que es por eso. — recorrió cos su dedo índice el contorno del rostro masculino, sin apartar sus ojos de los suyos. — A veces de verdad me dan unas tremendas ganas de coserte los labios... Pero no sé por qué ahora me dan ganas de besarlos de nuevo. — detuvo su dedo en los labios ajenos.
— ¿Y te detiene algo?
— Creo que no, aunque tampoco voy a darte el gusto.
— ¿Sin importar que te reprimas?
— ¿Crees que me reprimo? — de un momento a otro, la que estaba abajo era ella.
Se dedicaron una mirada mutua intensa. El silencio que los envolvió parecía aumentar la tensión.
¿Qué quería realmente el uno del otro?
— Oye, Ran.
— Dime.
— ¿Cómo estuvo tu día hoy?
— ¿De verdad quieres que hablemos de eso ahora?
— Perdón, quería arruinar el ambiente. — Ran sonrió suspirando ante la respuesta.
— Rindo y yo castigamos a un tipo. — se dejó caer finalmente al lado del cuerpo de la chica y ella se acurrucó en su pecho. — Lo golpeamos y su hermana también pagó por la estupidez de su hermano.