No. 19

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— ¡Esto es ridículo! ¡HAY QUE MATARLOS!

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— ¡Esto es ridículo! ¡HAY QUE MATARLOS!

— ¡Estoy tan enojado que quiero romper todo!

— ¡¿Nos vamos a quedar así?! ¡Debemos demostrarles de lo que estamos hechos y hacerlos mierda!

Los alaridos molestos y los reclamos por parte de todo Redness hacían gran alboroto y eco en la enorme bodega donde estaban reunidos.

Tener a más de doscientos hombres musculosos molestos se estaba volviendo algo difícil de manejar para los capitanes de las tres divisiones y para el segundo al mando de la pandilla.

— ¡Debemos ir y enfrentarlos! ¡No pienso quedarme sentado!

— Oigan, oigan, tranquilícence, ¿quieren? — Haru intentó intervenir y prevenir que cometieran una locura. — Leo, ¿dónde está la señorita? No creo que podamos detenerlos más.

— Dijo que vendría... Espero no tarde más o esto se descontrolará.

—¡ESCUCHEN, BASTARDOS! ¡SI NO SE CALLAN YO MISMA HARÉ QUE NO PUEDAN HABLAR MÁS! — Mina estaba perdiendo la paciencia, gritando con enojo que se callaran de una buena vez.

Zac y Haru retenían a la chica para contener su enojo y ganas de lanzarse a golpear a todos los que armaban relajo mientras Leo chocaba su mano contra su frente negando ante la actitud de todos a su alrededor y rogando porque Hana no tardara en llegar.

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— ¿De verdad necesitas estar aquí? Tu condición no es la mejor.

— Cállate, Ran, estoy bien.

— Acabas de despertar hace no mucho y aún estás débil. — alzó una ceja y le lanzó una mirada de desaprobación.

— Tengo que hacer esto.

— ¿Por qué?

— Son mi gente, y si algo les sucede estaré para ellos. — bajó de la moto y se dirigió a la entrada.

— Que novia tan necia. — rascó su nuca y suspiró. — Estaré esperándote aquí.

— ... No tardo.

Ya desde el exterior se dejaban escuchar los gritos y reclamos de todos los miembros en el interior de la bodega.

Se detuvo unos segundos para inhalar profundo y exhalar, preparándose para presentarse ante todos.

Ni bien entró al sitio, el caos se dejó ver ante ella.

— ¡A un lado, Zac! ¡Voy a golpearlos a todos si no se callan!

— ¡Pero, Mina-san...! ¡¿Dejará que nos hagan como quieren?!

— ¡Sí! ¡Esos malnacidos nos están cazando!

✿  ❘❘  𝗣𝗘𝗥𝗙𝗨𝗠𝗘 𝗗𝗘 𝗥𝗢𝗦𝗔𝗦 ─ Haitani RanWhere stories live. Discover now