❛ Esa dulce fragancia inunda mis fosas nasales y solo quiero tenerte para mí; no dejarte ir, amarte siempre y sin preocupación. Como adoro tu perfume de rosas. ❜
「 ¡¡ Advertencia !!
♥︎ Posibles temas delicados.
♥︎ Posibles spoilers del man
...
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— Te ves muy feliz. — como respuesta una suave risita provino de su compañera que estaba abrazada a él.
— Lo estoy, claro que sí. — apretó más el abrazo y sonrió ampliamente.
— Extrañé tu linda sonrisa. — depositó un corto beso en su cabeza, dando unas palmaditas en su espalda. — Pasar tiempo contigo es... Maravilloso.
— Obvio, soy la mejor compañía que pudieras tener.
— Y tu voz, es muy tranquilizadora.
— Lo sé.
— Y acariciar tu cabello es lo mejor.
— Lo tengo muy lindo, sí.
— Y tu piel es suave, pareciera que toco seda.
— Ho ho ho, sí.
— Todo en ti es hermoso. — ella levantó la mirada y conectó con la de él, complacida por sus palabras. — Creciste; ya no eres más mi capullo, eres ya mi bella flor.
La calidez que irradiaba el hombre era tan tierna y acogedora que la chica deseaba nunca separarse de su lado.
Llevaban ya abrazados ¿instantes? ¿Minutos? ¿Horas? No sabían, el tiempo pareciera que no transcurría. Todo lo que los rodeaba no tenía forma ni color, tampoco era como si le prestaran atención a ese hecho. Ningún ruido se escuchaba, solo sus voces y serenas respiraciones.
— Desearía que te quedaras conmigo, los dos así; uno abrazado al otro.
— Sí, yo también.
— ¿Se puede?
— Sabes mejor que nadie la respuesta a eso.
— No perdía nada con intentarlo. — hizo un puchero y el de pelo negro rió, pellizcando su mejilla.
— Hay cosas que se pueden hacer y otras no, Mika.
— ¿Por qué?
— Porque así se decidió que fuera.
— ¿Por qué?
— Porque todo debe seguir su curso.
— ¿Por qué?
— Porque sí.
— ¿Por qué? — el mayor puso los ojos en blanco, suspirando.
— Sí y ya, no me hagas repetirlo.
— Ay, pero...
— Y nada. — la mandó a callar. — Las cosas son así y así debemos aceptarlas. Además, ya no sé qué más responder.
— Jaja, tonto.
— Hey, esa boquita señorita. Respeta a tus mayores.
