— Pareciese que fueras una pequeña niña asustada. — dejó suaves caricias sobre su cabeza, acomodó su largo saco para cubrirla y abrazó su tembloroso cuerpo, haciéndola entrar en calor. — Te vez lamentable. Ni siquiera puedo bromear sobre algo para hacerte sentir mejor.
Eran altas horas de la noche; se encontraban ahora mismo en lo que parecía ser un pequeño parque, sentados en una banca. Ella sobre su regazo y abrazada a él, sin parar de temblar desde que salieron de la base de Redness.
Hana no pronunció palabra alguna durante todo el trayecto, algo que extrañó a Ran ya que incluso no escuchó reclamo alguno en cuanto desvió su camino y le llevó a ese parque. Eso se debía a que la chica luchaba por no caer, se podría decir, dormida; no ceder ante el cansancio mental.
— ¿Quieres hacer algo? Puedo llevarte al hospital o algo por el estilo. — ella negó repetidas veces con la cabeza. — ¿Quieres que nos quedemos así? — recibió varios asentimientos como respuesta.
— Únicamente... No te alejes. — murmuró por fin, luego de un largo silencio.
— ¿Que no me aleje?
— Sí, q-quédate conmigo.
— Bien, bien, aquí me quedaré. — continuó acariciando su espalda y depositó un suave beso sobre su frente. — Siento que tus palabras se refieren a algo más que sólo estar aquí mismo contigo.
— Qué comes que adivinas. — rió levemente y lo miró por un corto tiempo.
— Eres toda una peculiaridad, Hana.
— ¿Si?
— Ajá, nunca había conocido a alguien como tú; tan diferente y singular. Eres interesante.
— ¿Gracias? S-Supongo.
Una conversación trivial y simple fluyó cual agua en arroyo entre ambos. No pasó mucho hasta que Hana dejó de temblar y se relajó en brazos y compañía de Ran; extrañamente con él era con quien ultimadamente podía tener ese efecto de confort. Sus brazos rodeándola y proporcionándole calidez aliviaba significativamente su dolencia.
Viéndolo de cerca, ¿el comportamiento del chico hacia ella cambió? ¿Por qué pareciera que aparecía o acudía cuando más lo necesitaba? ¿Qué era aquella, hasta el momento, ajena sensación de tranquilidad cuando él estaba a su lado? ¿Era quizá que el Haitani tenía un lado amable y humano después de todo?
— ¿Harás algo mañana?
— Nada tan importante, ¿por qué?
— ¿Quieres que pasemos toda la noche juntos?
— ¿Sólo la noche? — preguntó con un ligero tono de decepción.
— Oh, pero no me mires así nena ¿estás triste? — pellizcó la punta de su nariz de forma juguetona. — Tendré que resolver algunos asuntos durante el día, me ocuparé.
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✿ ❘❘ 𝗣𝗘𝗥𝗙𝗨𝗠𝗘 𝗗𝗘 𝗥𝗢𝗦𝗔𝗦 ─ Haitani Ran
Fanfiction❛ Esa dulce fragancia inunda mis fosas nasales y solo quiero tenerte para mí; no dejarte ir, amarte siempre y sin preocupación. Como adoro tu perfume de rosas. ❜ 「 ¡¡ Advertencia !! ♥︎ Posibles temas delicados. ♥︎ Posibles spoilers del man ...