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Cuando Draco se despertó en la cama, ni Evans ni James estaban. En realidad, ni siquiera había indicios de que hubieran dormido ahí, eso sólo creó un poco de inquietud en Draco. Harry tampoco estaba en la cama, y eso lo hizo sentirse mal. Se sentía vulnerable y Harry se lo había prometido ayer, le había prometido que estaría ahí con él.

Unos fuertes y apresurados pasos se escucharon crujir en la madera, avanzando.

Draco se sobresaltó cuando Harry apareció por el marco de la puerta. "¿Qué pasa, estás bien?"

El omega se sintió aliviado, más relajado.  Así que Harry sí que había cumplido su promesa, sí que se había quedado en la cabaña para asegurarse de que Draco y su marca estuvieran bien.

Draco negó con suavidad. "Estoy bien." Murmuró.

El omega pudo salir de la cama por él mismo, la cuál era demasiado grande y Draco sentía que se hundía en el grueso y mullido colchón. Vio los hombros de Harry tensarse, como si hubiera deseado avanzar hasta él y ayudarlo, pero al ver que Draco pudo solo, simplemente permaneció en su sitio.

Los ojos de Draco vagaron un poco por la habitación, el alfa sentía su inquietud. Era una sensación extraña, acompañada con el deseo de calmar a Draco.

"Evans y James vinieron a dormir pasada la madrugada. Evans ha salido a cazar." Informó Harry, comentándolo como una pequeña curiosidad sin importancia.

"Hmm." Draco asintió. "Bien."

No deseaba preguntar por qué James llegó tan tarde.

"Evans quiere hacerte un regalo." Comentó Harry, siguiendo al pequeño omega cuando Draco salió de la habitación.

Draco parpadeó.

"Oh." Musitó en un susurro. "Eso es un gesto muy bonito, ¿es parte del ritual de pareja?"

Harry no contestó en unos segundos, se frotó un poco los ojos con el dorso de su mano.

"No."

Draco asintió. Los ojos de Harry lo observaron en todo momento, analizando sus movimientos y expresiones. El omega se sentía observado, parecía como si Harry hubiera tratado de ver más allá de esa armadura de omega sereno y diplomático.

"¿Tengo algo de ropa que pueda ponerme?" Habló Draco, tranquilo. Quería terminar ese silencio.

Harry parpadeó un poco, finalmente asintió.

"Sí, eh... Camille la dejó en el baño, creo." Murmuró, con su inigualable ceño fruncido. "¿Por qué?"

"Tu manada querrá ver la marca de apareamiento." Draco se encogió de hombros. "Necesitan alguna prueba, ¿no?"

La mirada de Harry lo inquietaba demasiado. Los ojos verdes del alfa lo miraban de una manera que Draco no podía descifrar.

"Por supuesto que no necesitan una prueba." Masculló. "En esta manada es muy importante una marca, es signo de alegría y fertilidad. Ellos no necesitan verificar nada, simplemente se alegran cuando ven una marca."

Las cejas de Draco se alzaron un poco en signo de incredulidad.

"Oh, umh—, de todas formas será mejor que me vista y salgamos." Draco bajó un poco la mirada, pero su postura derecha no se ablandaba ni un centímetro. "Sólo dame un minuto."

"Por supuesto."

Mientras Draco se vestía, Harry estuvo esperando en la puerta principal de la cabaña. El omega no tardó en absoluto, estuvo listo con su abrigo, su bufanda, sus guantes y unas pequeñas botas para que no se hundiera demasiado en la nieve. Harry lo observó un poco, pensó que Draco sí que parecía una auténtica Madre Omega; tenía una postura firme, era muy sereno y no dejaba ver debilidades.

blåøyde omega ;; trillizos!potter [harco]Where stories live. Discover now