blåøyde omega ;; trillizos!potter [harco]

sju

"No."

Harry miró al omega. "¿Por qué?"

"Porque... no." Draco se abrazaba a sí mismo, estaba en el porche. "No, me niego. No pienso quitarme la ropa delante de ti."

El alfa suspiró con pesadez y masajeó el puente de su nariz.

"Draco, no te estoy pidiendo nada extraordinario. Sólo quiero que cambies a tu forma de lobo." Explicó Harry, el cuál tenía su camiseta quitada en plena nieve y dejaba ver su musculosa y tatuada espalda.

El omega tiritaba de frío, sus dientes castañeaban. "Harry, quiero fuego, no nieve. Quiero irme a la cabaña otra vez."

"Lo haremos, te lo prometo." Le aseguró el alfa, tratando de transmitir confianza. "Sólo quiero ver el pelaje de mi omega, ¿tan malo es?"

Draco entrecerró los ojos. "¿No crees que estás exagerando un poco?"

"Para nada." Negó Harry.

"Puedo transformarme en casa."

"No. Aquí."

"Harry, hace tanto frío que siento que estamos en el Polo Norte." Lloriqueó Draco.

"Mientras antes te transformes, menos frío pasarás." Se encogió de hombros. "Vale, mira, me transformaré en lobo y después lo haces tú, ¿vale?"

"Harry, ¡voy a morir congelado!" Suplicó Draco, exasperado. "Me voy a morir de frío y tú vas a ser el culpable de eso."

"Maldita sea, Draco, no seas dramático."

"Soy realista."

"Oye, mira. Si sientes frío cuando te transformes, yo mismo te daré calor." Prometió, Draco no dijo nada. "Draco, necesito que confíes en mí tanto como yo estoy confiando en ti. Estamos intentándolo, ¿verdad?"

El omega se abrazó más, inseguro. "No me gusta mi lobo." Admitió, avergonzado y algo serio. Harry lo miró como si estuviera loco. "No me mires así, deja de mirarme así. Me haces sentir raro."

"No te gusta tu lobo." Repitió. "¿A qué clase de omega o alfa no le gusta su lobo?"

"A mí, ¿vale?" Resopló, Draco gimió frustrado cuando sintió más frío. "Harry, vamos a casa. Por favor. Me estoy congelando."

"No. Vamos, necesitas aprender a aceptar a tu lobo." Harry estaba más serio que antes. "Draco, no voy a entrar a casa hasta que te transformes."

"Harry, ya viste mi lobo cuando vinimos a este lugar." Suplicó Draco, tenía mucho frío.

"Apenas pude verte, ¿crees que te pediría algo que te hace tan inseguro si no fuera importante?"

Draco miró a Harry. El alfa sin camiseta se veía serio y sin ganas de bromear, estaba claro que no estaba dispuesto a dejar que Draco se encerrara otra vez en un lugar oscuro y dejara sus sentimientos apartados. Harry no quería que Draco sufriera otro ataque de histeria o empezase a estresarse demasiado.

La nieve hacía que el negro cabello de Harry se viera más oscuro, los tatuajes se moldeaban bien sobre su robusto y corpulento cuerpo pálido.

"¡Harry!" Era Blaise quien venía en su busca, corriendo. "¡Harry!"

Cuando Blaise se fue acercando, su paso se fue reduciendo. Parecía levemente sorprendido al ver a Draco allí. Draco arrugó el ceño, desconcertado por su actitud.

"Blaise." Los ojos de Harry se apartaron de Draco.

"Tenemos que irnos." En cuanto llegó Blaise, el alfa no tardó en ponerse alerta.