blåøyde omega ;; trillizos!potter [harco]

elleven

Draco se despertó de madrugada sintiendo el lubricante escurriendo por sus piernas y a Harry endurecido atrás de él, el alfa respiraba con pesadez y emitía pequeños gruñidos. No eran más de las seis de la mañana, Draco estaría muy cansado si no fuera porque sus hormonas de omega se habían disparado en el momento en el que Harry se estaba frotando contra él con desesperación.

"Harry." Draco se giró hacia él con mejillas ardiendo y respiración agitada.

Su alfa lo miró a los ojos, ya no eran de un verde oscuro, sino un verde que rozaba lo negro. Harry estaba sudando, sus ojos brillaban por la lujuria a pesar de que había oscuridad en la cabaña. Sintió las manos de Harry apretar y enrollarse en su cintura pequeña y tierna. Sus dedos se arquearon y apretaron la suave piel de Draco cuando otra oleada por el celo lo atacó.

"Draco." Gruñó Harry, pero no era un gruñido de alfa poderoso. Parecía más vulnerable y suplicante que un alfa en total descontrol.

Había entrado en celo, unas horas antes que sus hermanos. Probablemente era porque Harry sí había marcado a Draco con sus dientes y existía un lazo fuerte entre ellos.

Los engranajes en el cerebro de Draco trataron de asimilar todo lo antes posible.

Inconscientemente, sus pequeñas y suaves manos fueron hacia la definida mandíbula de Harry. Su piel ardía y su garganta emitía pequeños gruñidos por su malestar, necesitaba hacerle un nudo a Draco, su biología y su instinto se lo imploraban.

Draco besó a Harry sin decir ninguna palabra. El alfa cerró sus ojos, gruñó complacido y apretó el cuerpo de Draco contra él. Draco jadeó cuando Harry lo puso debajo de él con mucha agilidad y cuidado, el alfa miró su cuerpo completamente desnudo con adoración y lujuria.

Separó las piernas de Draco sin perder mucho tiempo, él se instaló entre ellas para evitar que las rodillas del omega se cerraran y quitaran la vista de su precioso agujero que goteaba lubricante natural. Draco nunca había olido a un alfa en celo tan cerca, el olor a roble y limón era tan intenso que lo mareaba de sobremanera. Quería regocijarse y nadar en el olor de Harry toda una vida, quería abrazar al alfa contra él para que su pareja lo marcase como suyo y así estar juntos toda una vida.

"Eres tan precioso." La voz de Harry sonaba más áspera y grave, Draco se retorció por el escalofrío placentero que le recorrió la médula espinal cuando sintió los dedos de Harry, largos y fuertes, frotando su agujero expuesto. El omega abrió la boca, cerró los ojos y suspiró feliz por el agradable toque. Harry gruñó satisfecho. "Voy a hacerlo."

Antes de que Draco pudiera abrir sus ojos y preguntar a qué se refería Harry, el alfa lo hizo rodar sobre su estómago, le tomó de las caderas y las alzó para que su trasero quedara levantado sobre sus rodillas. Draco se volvió dócil en aquella posición cuando los labios de Harry comenzaron a besar la tierna piel de las nalgas de Draco.

Sentía la lengua de Harry bajar y subir por su piel, dejaba besos húmedos allí y el alfa se había acomodado de forma práctica en la gran cama del omega para encontrar una buena posición. Draco apoyó y escondió su cabeza sobre sus brazos flexionados, ronroneó sin poder evitarlo cuando los fuertes dientes de Harry dejaron mordidas cariñosas allí.

Cuando la lengua de Harry fue a su agujero, Draco sintió una agradable sensación por los nervios de todo su organismo. Harry separó las nalgas con sus grandes manos y se hundió en ellas, su lengua lamía y succionaba el lubricante natural que sabía a frutas de verano. Draco maulló y empujó su culo hacia atrás para Harry, el alfa emitió un áspero gemido ahogado.

Podía sentir y oír a Harry sorber sus fluidos, la pequeña polla de Draco estaba rígida sobre su estómago mientras el alfa no parecía cansarse de follar a Draco con su lengua. Draco gimió e intentó alejarse un poco cuando aquello lo estaba abrumando tanto, pero Harry gruñó en desacuerdo y apretó su agarre en sus caderas. Draco supo que aquello dejaría marcas, pero no iba a negarse a Harry.