Capítulo 21

121 18 25
                                    

Narra Dimitri.

Después de todo fui yo quien la provocó, no sé por qué me sorprende que esté acá tan pronto.

—¿Lo estás disfrutando?— Preguntó cuando el cuerpo debajo de ella dejó de moverse.— Este espectáculo fue para tí, mi amor.

Mi mente se nubló por un momento. Pese a las incontables cirugías a las que fue sometida, su mirada era inolvidable y única. Solo verla levantar su cabeza fue suficiente para identificarla. Sus ojos apagados, el rostro que pese a no tener expresión alguna era burlón, sombrío.

—Bienvenida a casa, Clarissa.

—Oírte llamarme así es extraño. No lo habían hecho desde que cambiaron nuestro nombre— Dijo apoyándose en el piso para levantarse—Haz cambiado tanto...—Su mirada me recorrió de pies a cabeza.

Hasta su tono de voz es distinto.

—¿Quieres que te ponga al tanto?— Pregunté cauteloso. Después de tanto tiempo no sabía cómo actuar frente a ella. Era distinto pero igual se sentía tan familiar.

—¿Crees que por mantenerme en las sombras no estoy al tanto?— Una risilla salió de sus labios— Lo sé todo— Me miró directo a los ojos y tomó mi quijada de forma brusca, pero retiró la mano con rapidez. El contacto fue efímero pero suficiente para tener mi completa atención.

Tantos años después y seguía actuando de esa manera. Sin titubear, sin vergüenza. Ella sabía cómo tratar conmigo.

—No creas que no me di cuenta— Entornó sus ojos— No creas que no ví como tratabas a Brianda— Por alguna razón su tacto, pese a odiar el contacto humano, lo anhelaba y me ponía extrañamente nervioso.— Te dije cuídala, no enamórate.

—¿Quien pretendes que soy?— Enarqué una ceja— ¿Enamorarme de esa niña?— Le di la respuesta que quería escuchar— No tiene lo suficiente.

Igual sabía que ni ella ni yo éramos capaces de hacerlo. Estábamos demasiado rotos para eso.

Suspiró y se alejó un poco.

—Estas poniéndola en peligro pidiendo que proteja a Alexander, ella lo ama y ama a sus amigos— Recorrió con sus dedos los libros de la biblioteca— Y no dudaría en poner nuestra vida por sobre la de ellos— Suspiró— Es ingenua y cree que harían lo mismo por nosotras.

—¿No eres capaz de encargarte de algo tan sencillo o solo estas poniendo en duda mi manera de hacer las cosas?— Cuestioné.

—Dado que fuiste tú el que estuvo intentando que saliera, no sé que pensar.

—Tal vez fue solo por molestar. 

Soltó una carcajada que me hizo sonreír un poco.

—Sin mi estás perdido— Una sonrisa permanecía en sus labios aún cuando su mirada volvió a apagarse.

—¿Por qué tardaste tanto?

Su mirada de oscureció.

—No es algo que te pueda responder.

Sabía que estaba pensando en las veces que intentó salir. La pelea con las chicas en Mondinse, el intento de abuso de Brianda y Anna, y la cascada hace poco.

Iba a presionarla, pero su voz me interrumpió.

—¿Te acuerdas de lo que me dijiste hace algunos años?— De tantas cosas no sé a cual se refiere.

—¿No crees que este cuerpo se adaptó perfectamente?— Sonrió de lado— Ya no puedes verme como una niña.

Clarissa nunca fue una niña. Cuando surgió dentro de Brianda, su poder de crecimiento fue impresionante, a tal punto de tener una mentalidad tan madura que a pesar del cuerpo que tuvo, jamás la ví como una niña, aún así, nunca despertó él deseo en mí, mi manera de verla siempre fué fraternal.

Conexiones OscurasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang