Capítulo 6

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Un dolor punzante invadía mi cabeza.

¿Que pasó?

¿Alexander me golpeó?

Escuche sus voces y fingí estar dormida.

Si lo hizo estaría tremendamente molesta con él, además de confundida, pero sobre todo aterrada.

—No podemos seguir escondiéndoles esto– Susurró una voz que reconocí como la de Alex.

Imbécil, si me golpeó

—No les estamos escondiendo nada, ella no tenía que saber de la existencia de Clarissa.—Dice Abiel igual de bajo— Además  apenas ayer nos dijo que había soñado con ella.

—Lo que no entiendo, es ¡¿Por que carajo la dormiste?! —Pronuncia Arthur con reproche cargado en la voz.

—Lleva rato inconsciente, quizás en vez de desmayarla la mató– Dijo Alec con indiferencia.

—Lo siento– Dice Alexander avergonzado. — Entré en pánico. Sólo Clarissa nos había contado de ese acceso y no le creímos, y ver qué Bri sabía de éste, hizo que me asustara.–Suspiró arrepentido. Seguramente había bajado la cabeza en un gesto que en otro momento consideraría tierno. Aunque no ahora, tras haber sido golpeada— Igual, ¿Que hubiesen hecho ustedes?

—No intentar matarla, definitivamente–Soltó Alec con una pizca de humor malévolo en su voz.

—¿Creen que Asher de verdad nos creyó que se desmayó?– Dijo preocupada Annie.

—No lo sé, pero pronto va a llegar, es mejor que la despertemos– Dice Arthur al fin.

—No creo que sea necesario— Se hace un silencio profundo– ella está fingiendo estar dormida– Y ese fue Alec.

Rápidamente abro los ojos y me adapto a la iluminación.

—Podrían explicarme, ¡¿Por qué mierda Alexander me dejó inconsciente?!– Fue lo primero que dije, o bueno, que grité.

Estaba alerta, no sabía si en algún momento alguno de ellos me golpearía de nuevo.

Ya no sabía que pensar.

Alec y Arthur tenían caras de frustración. Se notaba que les molestaba la situación.

Abiel y Annie estaban sentados a un lado mirándome fijamente. Debatiendo entre si decirme o no.

Y Alex. El maldito de Alex estaba a mi lado derecho, no perdí tiempo en verle la expresión, rápidamente le solté un golpe en el abdomen.—¡Maldito idiota! ¿Porque carajos me pegaste?

Me dolió la mano, pero intenté no demostrárselo, vaya que este chico estaba ejercitado.

—Hey, cálmate– dijo Arthur pero sin intenciones de intervenir.

Abiel se paró para hacerme a un lado pero Alec  lo impidió.

—Déjala, sabes que si fuéramos ella, ya le hubiésemos devuelto el favor a Alex.

—¿Que demonios te pasa? Loca – Masculló con las manos en el abdomen y ligeramente encorvado.

¡¿LOCA YO?!

LO DICE EL IMBÉCIL QUE ME DESMAYÓ.

Todo lo que pensé en tres segundos me llevó a querer darle la razón con respecto ese adjetivo para definirme.

—¿Me pueden explicar que mierda está pasando?– pregunto para todos fingiendo tranquilidad y bajando un poco la guardia pues ellos se veían inofensivos, por ahora.

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