Date A Live: El Último Espíritu

Capítulo 19: Modo Inferno vs Modo Liberación.

Final de Arco 2: Un pasado caótico.

Saga: Holocausto.
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(Amenización de esta parte †, hasta ††)

†

¡¡¡ÁLEEEEEEEEEEEEEEX!!!

Un fuerte gritó de dolor y tristeza, sucedido por unos desgarradores sollozos, es lo único que se escucha, bajo los pies de las chicas en el cielo; sin la necesidad, de voltear, saben a quién pertenecen y la razón de ello, algo en el corazón de estás, se desquebraja, dejando en cambio, un sentimiento de vacío y odio.

Con la mirada desencajada, sus sentimientos al límite y un profundo dolor, dentro de sus pechos, las chicas, tanto en la cúpula, como en el cielo, comienzan a llorar, olvidándose de aquella bestia, que tiene delante suyo, lo único en sus mentes, es lamentar la partida de un pequeño ángel, al cual aman y quién las amo, hasta su último aliento; incluso, en el Fraxinus, los aldeanos, comienzan a llorar tristes por la muerte del niño, algunos giran el rostro, al no soportar la culpa, de como lo trataron cada vez, que se lo encontraron, la niña que le había lanzado la roca, cae sobre sus rodillas, mientras azota su mano, contra el piso, al recordar lo que le hizo...

En la fortaleza de Tohka, Tamae gritaba con furia, al ver el cristal destrozado en el suelo, pues todo su plan, por obtener ese sephira, se había ido al olvido; por su parte, Elliot y Karen, miran estupefactos, lo que hizo Álex, para salvar a Ellen, cosa que impresiona de igual forma al espectro y Tohka.

Elliot: Está loco, como pudo renunciar a su vida, por... Ella -dijo, estrujando su silla.

Karen: Eres una idiota, hermana... Siempre, arruinas todo -añadió, apretando los puños.

Seiba: Soberbio, en verdad, ese chico era, un verdadero guerrero... Honorable, valiente y muy digno... No sé merecía, un final así, ese pequeño, no merecía morir... -interrumpió, bajando la cabeza, en señal de respeto.

Tohka: Ese amor, lo recuerdo... Shido, hizo lo mismo por mí, me empujó, me salvó de ese disparo... Se sacrificó por mí y ahora, su hijo, sacrificó su vida, su sephira, para poder salvar a Ellen... Lo siento Shido -susurró, con lágrimas en los ojos.

Tamae: ¡Maldito seas niño!, incluso después de muerto, sigues fastidiándonos, tenías que morir tú... No romper, tu sephira... -replicó, furiosa y azotando los puños en el muro...

€Desde el subconsciente de Tohka...

«Tenka: Niño, debería odiarte, por esto que acabas de hacer... Pero te admiro, son muy pocos, los que se sacrificarían por otros, aún por amor; muchos, solo hablan de hacerlo, pero tú, realmente lo hiciste... Debes amarla demasiado, no te merecías este final... Eres, igual que ese hombre, del que se enamoró mi hermana menor -dijo, derramando una línea de lágrimas, por sus mejillas».

€Fin del pensamiento subconsciente...

Interrumpiendo el doloroso momento, una vez más, la Hidra ataca a todas las espíritus, las cuales logran evadir el ataque, sin nada más en su mente que vengar a Álex, estás se lanzan contra el espectro, usando la fuerza que les queda; por su parte, Ellen sigue con el cuerpo inerte de Álex, quien ya está muy frío, con los ojos cristalizados, se acerca más para abrazarlo y besar su frente, mientras acaricia su cabello y mejillas, en eso un par de gritos en el cielo, la sacan de su trance.