Que pasaría... Si un amor puro y sincero tuviera consecuencias, no solo crear una vida, sino destruir el mismo futuro, la realidad misma; un ser inocente, envuelto en una guerra perdida, contra seres de pesadilla, superiores en mucho sentido, a los...
La batalla de los 70.000 soldados: La calma antes de la tormenta(2/3). •••••••
Una bella habitación decorada con algunos floreros repletos de lilas, además de un par de cortinas que hacen juego; es lo único en el lugar que le hace compañía a la hermosa pelirosa, la cual Saito y las demás ayudaron.
Fuera de la habitación, Akane vigila con un gran interés la puerta de esa habitación, ya que en el fondo de su ser siente que aquella chica oculta algo; solo Saito se muestra algo cómodo con su presencia, pues él todavía se acuerda de como Cattleya lo ayudó durante su estadía en la mansión de los Valliere.
Saito: ¡¿Quién pudo hacerle esto...?! Cattleya es la chica más dulce que haya conocido, no puedo creer que su familia... -manifestó con algo de preocupación, antes de que Tabitha le diera una palmada en la espalda.
Marina: Su familia está muerta -interrumpió con voz triste.
Saito: ¿Cómo? -preguntó.
Marina: Acabo de revisar sus recuerdos, ella vio morir a toda su familia a manos de unos mercenarios -respondió seria.
Saito: No tiene sentido, ellos cuentan con un ejercicio propio... -expresó preocupado.
Tabitha: ¡Iban con Henrrieta, Julio y Joseph, fue un ataque masivo! -exclamó enojada.
Saito: No puede ser, el padre de Louise es el ser más desconfiado... Jamás hubiera dejado que ese rey loco entrara a sus dominios; algo no tiene sentido aquí, trato de ensamblar las piezas, pero algo falta -respondió.
Akane: Entremos a preguntarle... -intervino, acercándose a la puerta.
Sin dejarlo responder, Akane irrumpe en la habitación de Cattleya, seguida de cerca por Saito y sus amigas; los cuales apenas ponen un pie dentro, se encuentran a una pelirosa ya despierta y mirando por la ventana.
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(Imagen simbólica).
Cattleya: Que bella vista, hacía años que no estaba en la academia... O vaya, me podrían decir la razón de su tardanza -dijo de forma amable y con una sonrisa genuina.
Akane: ¿Estabas despierta? -preguntó de un modo desconfiado.
Cattleya: Desperté hace 5 minutos, esperaba que entrarán para hablar -respondió de una forma educada.
Shido: ¿Qué pasó? -preguntó.
Cattleya: La familia Valliere ya no existe, mi padre, madre y hermana mayor murieron a manos de unos monstruos -respondió de un modo triste.
Marina: No fueron mercenarios... Ahora que estás despierta puedo ver claramente dentro de tu mente -intervino.
Cattleya: Fue Joseph, Henrrieta y Julio, todos ellos me dijeron que venían en nombre de la Valliere más joven -respondió, con una clara decepción en su voz.
