Capítulo 154 : ¿Me Das Una Mano?

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Una onda de poder fue lanzada hacia el campo de batalla arrasando consigo a varios miembros de la brigada, un grito de guerra emergió desde el portador de la espada maldita.

Mitsurugi comenzó a avanzar a través del campo de batalla logrando noquear a varios enemigos por su cuenta, a pesar de la situación actual el no había asesinado a ninguno.

Algo dentro de él le impida hacer tal acto, aunque estuviera en una guerra no dejaría atrás su humanidad.

Mientras avanzaba unas grande cantidad de bestias y monstruos mágicos aparecieron impidiendo su avance.

Mitsurugi : ¿Van a jugar?... Bien, ¡[Acelerar]!

Corrió con velocidad hacia el grupo lanzándose en contra del minotauro, de un tajo acabo cortando su cabeza para después tomar uno de sus cuernos y lanzarse hacia los orcos a los cuales asesino de un solo tajo.

Varias criaturas aladas se lanzaron en su contra pero gracias a [Predicción de Ataque] logró esquivarlas para luego lanzar su Gram al cielo cargada de poder.

*¡Zhsshz!*

Mitsurugi : ¡Arriba!

Logró saltar a tiempo cuando la gran serpiente cargo en su contra, pero este solo le dio una patada logrando que su cabeza se estampara en el suelo para luego tomar el cuerno del minotauro con fuerza.

*¡Crash!*

El clavo el duro cuerno directamente en su cabeza logrando comenzar a tocar su interior, luego llamó a Gram la cual al volver a su mano dio un golpe directo acabando con la serpiente.

Al mirar como varios ogros, víboras, guivernos, entre otras bestias empezaban a lanzarse en su contra el solo limpio su espada en sangre para correr en su contra.

Mitsurugi : ¡Ninguno avanzara!

En sus ojos se miraba la determinación que recorría todo su ser, levemente también empezó a brillar en un tono claro y luminoso.

Con ese brillo se lanzó en contra del gran número de bestias con toda su fuerza.

*¡Bruam!*

En ese momento a lo lejos se escucho un retumbar, eso causó algo que provocó que las bestias detuvieran su avance y comenzarán a correr hacia los lados.

Mitsurugi : (¿Qué está...?)

Noto como las bestias comenzaban a correr, volar y arrastrarse hacia otros lados con velocidad y desesperación.

Era un instinto animal el que llevaban a cabo, algo que les gritaba correr cuando empezaron a sentir...

... miedo.

Un miedo que el rubio entendió cuando miro desde el camino ya despejado a una silueta.

Este no era nadie más que Heracles el cual alzó su espada para comenzar a cargar como un monstruo en contra de Mitsurugi.

Heracles : ¡¡Chico amarillo!!

Mitsurugi : ¡Que soy Mitsurugi!

De la misma forma este se lanzó en su contra y al estar cerca ambos alzaron sus armas para chocar las entre sí.

Pero el rubio hizo una finta en el último segunda con un giro repentino haciendo que Heracles golpeara el suelo, aprovechando este momento Mitsurugi solo dio un tajo con energía en su costado.

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 1Where stories live. Discover now