Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 1

Muerte Vs Poder (2)

Aquella que era considerada la últimas de las fronteras.

Ahora era el escenario de una demostración de poder de niveles exorbitantes.

Los relámpagos negros empezaron a rodear toda la tierra y mezclarse con el vacío del espacio.

Valac era el punto fijo de esta gran fuerza, aunque sin recibir mucho maltrato.

Su cuerpo el cual se encontraba en la cúspide de la perfección le permitió resistir incluso a la misma muerte.

Al ver su resistencia al poder del abismo, Kazuma tuvo la idea de atraparlo dentro de este.

Valac fue rodeado por la inmensa capa oscura que cubría al coloso oscuro.

Pero este solo sonrió sin dejar su mirada fulminante.

-¿Planeas usar mi hogar en mi contra?, que idiota...

Sin embargo aquella capa de oscuridad no fue capaz de consumir a Valac.

Todo el poder que emergió de su cuerpo fue suficiente para repeler la boca del abismo.

-Yo soy capaz de ver en la oscuridad.

Valac se lanzó en contra de Kazuma generando una presión incluso en aquel lugar donde no existía gravedad.

Tanto como el cuerpo de Kazuma y el de Valac poseían tal fuerza, que ambos generaron su propio cambio de gravedad.

El gran impulso mando a Kazuma cientos de kilómetros hacia atrás.

Este impulso fue tal que Kazuma terminó estando a una distancia corta de la esfera que iluminaba la noche.

La luna estaba justamente en su espalda, brillando en el vacío del espacio.

Pero sin darse tiempo de contemplar aquel paisaje que pensó que jamás vería, el tuvo que contraatacar.

Un intercambio de golpes que lograrían destruir mundos más débiles al suyo empezó.

Cada uno estaba rodeada de una fuerza predominante, un poder sin igual.

La luna se rodeo de los relámpagos negros de Kazuma y el aura oscura de Valac.

Era la encarnación de la Muerte enfrentándose al poseedor del Poder.

Kazuma lanzó a Valac contra la Luna utilizando la 'Autoridad del Gobernante'.

El impacto de Valac en la luna fue tal que esta se arremetió fuertemente.

Un cráter bastante grande apareció, dejando una onda de choque en sus alrededores.

Valac logró aterrizar de pie en la superficie luna, pero tuvo que estar en alerta máxima.

Pues por encima de él Kazuma había empezado a moldear la oscuridad.

Dicha oscuridad se manifestó en un sable gigantesco, el cual daba la apariencia de una espada larga ante el tamaño del coloso oscuro.