La "niñera" ~Nico González ~

Capítulo 16

Narra Nico:
El entrenamiento se me hace eterna, fallan los pases y no meto ningún gol en todo el entrenamiento . Veo de reojos sin que se dé cuanta a Gala moverse de un lado a otro hasta que desaparece y no la vuelvo a ver por un rato. Noto que también desaparece Luis, el chico nuevo de seguridad que éstos días lo eh visto mirando a mi gala . Que estemos peleados o no nos hablemos no significa que puede andar tonteando con cualquiera. De solo pensarlo me hierve la sangre, nosé porqué con Gala tengo un instinto demasiado posesivo y la quiero solo para mí. Mi cabreo sube y hasta me duele la cabeza, me acerco a Laporta que tiene cara de preocupación, pero en este momento es lo que menos me preocupa.
-¿Será que falta mucho?, me duele la cabeza a horrores- le digo y asiente.
-si queda bastante no te veo concentrado, pero entiendo que quieras ir a ver como sigue Gala , si quieres vete al hotel y nosotros no encargamos aquí- me responde Laporta . Algo no me cuadra.
-Nosé donde está ella ni tampoco me importa- le miento- me duele la cabeza mucho, ¿me puedo ir al hotel, verdad?- Laporta me mira extraño y asiente.
-Sé que están peleados, pero e...
-Nos vemos luego- lo corto molesto y me voy por mis cosas.
Cuando llego al hotel varias personas suben al ascensor conmigo, y como si fuese el destino, uno de ellos baja en el piso de Gala . Yo estoy uno más arriba. La echo de menos y como si mis piernas tuviesen vida propia me bajo del ascensor. Doy algunos pasos y me detengo cuando de su habitación veo salir a Luis. Enfurecido camino hacia él que nisiquiera alcanza a cerrar la puerta y sin pensarlo le doy un fuerte golpe en la cara.
-Hijo de puta, ¿te pagan por hacer esto acaso?- le grito fuera de mí- ¿te pagan para que estés acostándote con mi novia imbécil?- me da un empujón y se limpia el hilo de sangre que cae por su labio.
-Pensaba que eras más inteligente, pero al parecer sigues siendo el mismo imbécil del que todos hablaban antes- sin mirarme pasa por mi lado dejándome más descolocado aún. Gala si que me va a escuchar. Abro la puerta que solo estaba junta y la cierro de golpe, noto que Gala salta del susto pero se queda acostada, está toda tapada hasta la cabeza.
-No te hagas la dormida porque ya te vi moverte- le grito furioso- explícame qué mierda hacía Luis aquí- sigue sin moverse y ya comienzo a desesperarme- ¡te estoy hablando!, ¿te peleas conmigo y luego rápidamente ya v...- quedo hasta sin aire de sorprendido cuando la veo con sus ojos llenos de lágrimas y su labio herido-¿qué... quién te hizo esto?- me acerco a ella rápidamente y sus lágrimas comienzan a caer- ¿fué Luis?, voy a matar a ese hijo de perra- me pongo de pié y Gala toma mi brazo.
-No fué Luis, él me ayudó y me acompañó al hospital, luego me trajo para que yo descanse y se fué de inmediato- me dice entre sollozos y se me parte el corazón verla así. Me siento a su lado y la abrazo, llora desconsoladamente- ya mi amor, tranquila, me duele verte así pero necesito que me cuentes qué te sucedió- Gala asiente y me cuenta todo. Cada segundo mi enfado crece pero conmigo mismo, fuí un idiota porque debí estar con ella y cuidarla, pero estaba ocupado siendo un imbécil. Cuando me dice que el hijo de puta que le hizo daño lo tienen encerrado me quedo un poco más tranquilo.
-Pero ya estoy mejor, solo un poco cansada- me dice un poco más tranquila y lo culpable no me lo quita nadie.
-Perdóname amor, eh sido un idiota todos estos días, por favor perdóname- le pido- me enfade por algo tan pequeño pero... nosé qué hubiese echo si te pasa algo grave, jamás me lo hubiese perdonado- de solo pensar que le podrían haber echo daño me hace tener un nudo en la garganta. Ella se pone encima mia y me abraza, todo lo que necesito es a ella.
-Lo que pasó no fué tu culpa amor, no te martirices con eso- me dice y acaricia mi rostro, sus suaves manos se sienten tan bien... amo a esta mujer- hazme el amor- susurra en mis labios y no me lo tiene que repetir dos veces. Luego de hacer el amor como tanto nos gusta, nos tumbamos en la cama y duermo abrazado a ella, hace días no dormía tan bien. El partido gracias a Dios nos sale a la perfección y ganamos 6-1 y mi chica me mira desde su asiento, su carita de felicidad y orgullo me lo dice todo. Ojalá ésta felicidad nos durara siempre, pero los verdaderos  problemas están más cerca de lo que me gustaría...