Capítulo 31

1.6K 48 3
                                    



Luego de comer y conversar de muchas cosas, nos vamos a nuestro edificio. Vivimos en distintos pisos pero ahora más que nunca quisiera vivir incluso con ella por si pasa algo, o por si Gala y nuestro bebé necesitan algo, o si Gala se siente mal, o si simplemente quiere algo y yo concederle todo lo que me pida.
-¿Quieres ver una película?- le pregunto, solo espero que acepte para poder quedarme más tiempo con ella.
-Bueno, solo pido que sea en mi departamento por si me quedo dormida- responde con una tímida sonrisa.
-Está bien, pero quiero que sepas que en mi departamento también siempre se pueden quedar a dormir- le respondo, ella hace una mueca y se queda callada- ¿porqué te quedaste callada?.
-¿Quieres la verdad?- me pregunta y asiento- ok... la verdad no me gusta ir a tu departamento porque siempre de los siempre está Elisa, y si no está luego llega como si fuese su casa... en realidad no es mi problema, pero me incomoda.
-Intentaré que no vuelva a pasar- le digo seguro y ella se encoge de hombros, sé que no me cree. Necesito alejar un poco a Elisa, nosé cómo pero debo hacerlo si quiero ganarme de nuevo el corazón de mi preciosa.
Llegamos a su departamento y lo primero que hace es soltar su bolso, la carpeta que traía en sus manos y se saca las sandalias dejando todo tirado.
-¿Tienes sed?- me pregunta desde la cocina mientras yo recojo sus cosas, está cansada y no quiero que haga fuerzas ni nada.
-No gracias- le respondo y dejo todo en su lugar. Nos sentamos en el sofá y suena el timbre.
-¡Dios!- chilla irritada, creo que las hormonas ya la tienen estresada. De mala manera abre la puerta.
-Hola preciosa, ¿no sabes que cuando tienes un teléfono y te llaman debes contestarlo?, te eh llamado varias veces- escucho que dice Mario mientras entra al departamento, parece que está acostumbrado a venir y entrar como quiere.
-Nisiquiera sé donde está mi teléfono- se encoge de hombros restandole importancia. Él está tan concentrado mirando a mi mujer que nisiquiera se había dado cuenta que yo estaba aquí, hasta que Gala se sentó a mi lado de nuevo.
-Hola Mario- le digo y él frunce el ceño- creo que no te alegras mucho de verme.
-La verdad me da igual... ¿quieres algo de comer preciosa?- me ignora olímpicamente y sigue diciéndole preciosa a Gala , me molesta no poder darle su lugar porque con ella nisiquiera estamos juntos, y lo peor es que ella tampoco hace nada o lo regaña.
-Quiero helado de vainilla- dice Gala y la miro extrañado.
-Pero si a tí no te gusta ese sabor- le sonrío.
-Lo que tú quieras, voy por él hermosa y ahora vuelvo, recuerda que tenemos una cita más tarde- Gala asiente y el imbécil se va. Mi corazón está que estalla de la impotencia, de celos, de rabia, de enfado. Ella tiene una cita con él y nisiquiera le importa que yo esté aquí presente.
-Si necesitas que me vaya solo dímelo, no quiero incomodar- le digo mirando la tv, no quiero que note mi enfado porque no es con ella, es conmigo mismo. Si no fuese por mi estupidez no estaría pasando esto, todo por mi maldita culpa.
-No necesito que te vayas ni tampoco molestas, de echo eres bastante cómodo de almohada- dice y se recuesta en mis piernas. Inconscientemente sonrío porque a pesar de todo no me echa de su lado. Comienzo a acariciar su pelo y poco a poco cierra sus ojos, se ve preciosa cuando duerme. Mi teléfono vibra sacándome de esa nube con mi amor, veo la pantalla y de inmediato lo bloqueo, no quiero que Elisa me joda este bonito momento. Vuelve a llamar un par de veces más y luego lo deja, menos mal- ¿tienes que irte?- pregunta mi bonita con pereza y niego de inmediato. Ni loco dejaré pasar esta oportunidad de estar con ella, la eh echado de menos como un loco.
-No bonita, solo me estaban llamando sin importancia, tú descansa que yo te cuido- ella asiente y se vuelve a acurrucar. Mi teléfono vuelve a vibrar pero es un mensaje "Estoy en el hospital, por favor ven a verme, creo que estaré varios días aquí y tu compañía me hace bien". De verdad que intento ordenar mi cabeza y convencerme de que no es mi culpa lo que a ella le pasa, que no es mi responsabilidad cargar con su necesidad de obtener atención y que yo soy solo su ex y no su novia para andar a las paradas de ella que tengo que llevarla y verla cuando ella quiere, pero siempre termina metiéndose en mi cabeza y haciéndome sentir culpable. Un suspiro de Gala me hace aterrizar e inconscientemente sonrío ella es lo mejor que me a pasado en la vida junto a mi hija y ese bebecito que viene en camino.

Nisiquiera sé en qué momento me quedé dormido, pero ambos despertamos porque llaman a la puerta, debe ser el idiota este.
-¿Puedes ir a abrir tú?, estoy agotada- me dice ella cerrando nuevamente los ojos. Abro la puerta y Mario viene con dos bolsas grandes, se preocupa demasiado para ser solo su amigo.
-Gala ya despierta, debemos irnos- le dice Mario de manera autoritaria y me molesta.
-Estoy cansada- murmura ella molesta y veo como Mario suspira y rueda los ojos.
-Gala...- le reprocha el idiota y no puedo seguir quedándome callado.
-Te dijo que está cansada, ¿no puedes aplazar tu maldita cita para otro momento cuando ella se sienta mejor?
-No- me responde de mala gana- Gala levántate ahora y vamos.
-¡Te está diciendo que no!, ¿esque eres tan tonto que no lo entiendes?, simplemente no quiere ir contigo y ya- le levanto la voz.
-Gala lo prometiste, vamos- dice de manera intimidante.
-¿La estás amenazando?- le pregunto al hijo de puta que tengo en frente, no deja de mirar a Gala asique le hablo a ella- ¿te está amenazando y obligando a hacer cosas que no quieres?
-¿Qué?, no claro que no Nico, solo que ya había quedado con él- dice nerviosa. Se calza sus sandalias y toma su bolso- nos vemos luego ¿sí?- me mira suplicante pero no me convence. Se pone de puntitas y besa mi mejilla, sabe que me derrite cuando hace esos gestos.
Cuando se va siento que debería seguirla, ¿sería muy sicópata?... creo sí, es una mala idea, sobre todo si quiero ganarme de nuevo la confianza de ella. Cuando voy a entrar a mi departamento vibra mi teléfono, tengo 10 mensajes de Elisa y ya me está cabreando, más de lo que estaba, se molesta porque le dije que hoy no podía ir a verla asique iría mañana. En menos de 10 minutos ya estoy en el hospital, hoy mismo hablaré con ella para que pare con sus berrinches o me ocasionará más problemas con Gala.
En recepción me indican dónde está y subo al 6 piso, cuando entro a una habitación hay cuatro camas, en la primera está una abuelita que me hace señas llamándome, cuando voy a preguntarle que necesita me hace señas para que me calle, la miro extrañado hasta que escucho las carcajadas de Elisa, parece que no se siente tan mal como me había escrito.
-¿Te molesta este parche?, si quieres podemos sacarlo y mañana en la mañana lo pegamos de nuevo, total no viene hasta mañana- dice una voz que no reconozco.
-Ni me lo recuerdes, el muy imbécil debe andar de baboso por ahí, pero estoy segura que caerá, no voy a dejar a mi hija sin padre y ya que estoy sin trabajo no me vendría nada de mal que él se haga cargo de nosotras- responde Elisa y me hierve la sangre, Gala tenía razón, Elisa es solo una cínica aprovechada.
-¿Y qué vas a hacer con la otra tipa?, de los mensajes que me enviaste entendí solo la mitad- dice la que no conozco.
-Me la encontré en el pasillo y la asquerosa quedó preñada, de seguro quiere amarrar a Nico pero ella se terminará aburriendo, mi Nico siempre me da prioridad en todo asique le seguiré haciendo creer que estoy enferma y así tengo toda su atención- que hija de puta más grande- espero que ese bastardo que viene en camino no arruine mis planes, porque soy capaz de tirar a esa perra por las escaleras, así mato dos pájaros de un tiro- la escucho reírse y ya no aguanto más. Empujo la cortina que separa las camas y Elisa abre los ojos como plato. Mientras la miro con un odio que jamás había sentido, me fijo que el parche donde tenía el catéter está desprendido y ella no tiene ninguna marca de haber tenido el catéter realmente.
-Eres la hija de puta más grande que eh conocido Elisa- le digo con rencor y ella aún no es capaz de reaccionar- nunca en tu puta vida te atrevas a acercarte a mi mujer o a mi bebé, eres una maldita desquiciada pero no me conoces y no sabes lo que soy capaz de hacer por las personas que amo, ellos junto a Helen son importantes, tú no...
-Nico escuch...
-¡Ni una mierda Elisa!- le grito alterado.
-Señor por favor cálmese o tendré que llamar a seguridad- dice la enfermera que está a un lado de Elisa.
-Llame a seguridad y espere la demanda contra suya y el hospital por jugar a los enfermos, a utilizar implementos y camas para fomentar la locura de una maldita sicópata- le respondo furioso y la enfermera se pone blanca.
-Señor... señor de verdad lo siento por favor no me demande, yo solo quería ayudar a...
-No me interesa- la corto, miro a Elisa que sigue mirándome sorprendida- ni se te ocurra acercarte a Gala o lo vas a lamentar ¿oíste?, y solo para aclarar, si no te amé antes cuando estuvimos juntos, mucho menos ahora que conocí a la mujer de mi vida y que me tiene enamorado, tú nunca serás ni la mitad de ella y solo te apoyaba porque eras la madre de mi hija, que es lo único bueno que has sabido hacer.
-No seas cruel Nico - dice con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Que no sea cruel?, ¿a tí te importó ser cruel cuando me veías mal por Gala y en tu retorcida mente te burlabas?, ¿a tí te importó ser cruel mientras hablabas de la mujer que amo y de mi bebé?, ¡te importó una mierda!, y es eso mismo lo que me importas tú ahora, nunca en tu puta vida te me vuelvas a acercar porque solo me das asco.
-Me verás toda tu vida porque tenemos una hija- se limpia las lágrimas y sonríe- asique jamás podrás olvidarme.
-Eso lo veremos en tribunales, no pretendo tener que volver a verte la cara- digo furioso y comienzo a caminar, si estoy un segundo más viéndole la cara nosé lo que sea capaz de hacer.
[...]
Mañana cuando me despierte subo capítulo ya tarde aviso yo no madrugo ☺️

La "niñera" ~Nico González ~Onde as histórias ganham vida. Descobre agora