Dos

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Era muy temprano por la mañana y la joven se encontraba caminando por el largo pasillo de aquel hospital, está salía de hacerse sus chequeos los cuales tenía que hacerse casi todos los días sin falta para así ver si hay algún tipo de cambio en su cuerpo.

El hospital estaba tranquilo, había alguna que otra persona caminando, pero nada más. La pequeña se dirigía a la habitación de su mejor amigo para ver si este ya había despertado. En el camino escucho como una doctora gritó su nombre, se dio la vuelta y fue hacia donde se encontraba.

-Disculpa tsuki, pero puedes ayudarme un minuto? - comentó con una voz suave.

-Claro mari - comento en el mismo tono.

La doctora la llevo a una habitación donde había un joven rubio con un tatuaje en la cien despierto, tenían que cambiarle la bolsa de infusión y sacarle la sonda que tenía en la nariz, ya que él chico podía respirar por su cuenta. La joven con bastante experiencia le cambió la bolsa de infusión y observó al chico, ya estaba despierto y le regaló su más cálida sonrisa y este se la devolvió, mientras que la doctora le cambiaba la sonda.

-Listo, gracias linda.

-De nada~

La mañana podría estar tranquila, pero habían bastantes pacientes que atender ese día, por lo que la doctora le dijo si podía quedarse un momento con el joven hasta que ella vuelva "Yo me quedó, no te preocupes" le respondió la chica. La doctora hizo una reverencia y se retiro.

-Todavía es algo temprano, duerme un poco más. -comento con una sonrisa.

El joven sin fuerza asintió y cerró los ojos, no sin antes ver cómo la joven se iba a sentar a la silla para vigilarlo. Había salido de una operación bastante peligrosa, por lo que tenía que estar alerta por si algo le llegará a pasar. Paso una hora y entro la doctora , le agradeció a la pequeña y continuo con su camino.

Al llegar a la habitación de su amigo esté estaba durmiendo, pero al sentir la puerta abrirse, entre abrió un poco los ojos observando a su mejor amiga, este le sonrió y le estiro la mano en señal de que se acueste. Sin pensarlo dos veces corrió hasta donde se encontraba su amigo y se acostaron a dormir juntos, ya que era algo temprano todavía y estos tenían sueño. 

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Pasaron unas horas y estos dos comenzaron a abrir los ojos de apoco, tenían esa manía de despertarse cuando el otro lo hacia por miedo a que le suceda algo al otro y no estén ahí para ayudarse, asique cuando uno se despertaba, el otro también, sea la hora que sea.

Se despertaron a duras penas y se miraron, tenían el cabello muy alborotado sin poder evitarlo se comenzaron a reír, fueron al baño a arreglarse y cepillarse los dientes para luego comenzar a dar una vuelta por el hospital.

"Yuki, tsuki" llamó una voz familiar, estos se giraron para ver de quién provenía y era del padre de la pequeña el cual tenía una leve sonrisa en la cara, se le veía muy cansado.

-Deberias descansar papá - comentó preocupada.

-Tiene razón, pareciera que en cualquier momento se va a desmayar. - le siguió su amigo.

-No se preocupen, estoy bien. - comentó con una sonrisa. - ¿Cómo se sienten? ¿Les duele algo?

Estos negaron rápidamente. Él padre de la joven le dijo que tenía que hablar con su amigo en privado, sabía qué era por algo malo, la joven rapidamente le tomo la mano a su amigo no quería dejarlo sólo.

-No te preocupes tonta, vuelvo en un minuto, ¿si?

-... - asintió.

Le soltó la mano y vio como se iba con su padre. Estuvo unos minutos ahí parada, hasta que se dio la vuelta y fue al techo con rapidez, se sentía sofocada ahí dentro. Subió por las escaleras y llego al techo, sin mirar a su alrededor, solo quería salir y estar sola unos minutos.

-¿Tsuki?

La nombrada se giró y observó al joven que la había llamado, era él mismo rubio que vio ayer. Este estaba acostado arriba de una plataforma.

-¿Mikey?

El joven sonrió y le extendió la mano a la joven en forma de que se acerqué, se acercó sin pensarlo y esté la ayudó a subir sin que se lastimé y se sentó al lado suyo.

-¿Viniste a ver a tu amigo?

-Si - comentó inquietó.

-¿Qué te inquieta? ¿Le sucedió algo?

-No, por suerte está fuera de peligro, pero me inquieta algo...

-¿El qué?

-Ayer nos enfrentamos a una pandilla, la cuál intento dividir a la mía tanto desde dentro como desde fuera, pero ¿Por qué? ¿Cómo sabía Takemicchi sobre que iban a asesinar a Ken-chin? ¿Acaso será un espía de otra pandilla? - preguntó en voz alta.

Yo solo me quedé callada para que esté siga hablando e intentar encontrar las palabras adecuadas para ayudarlo y que se pueda quitar un peso de encima.

-Todo es muy confuso, tengo que averiguar también porque intentaron alejarme de Ken-chin.

-wow... - pronuncié observándolo

-¿Hmm? - comentó ladeando la cabeza.

-¿Cargas con todo eso tú sólo?

- asintió desviando la mirada -

-No es bueno cargar con todos los problemas tu sólo - comenté con una voz suave y tranquila.

-Lo sé, pero es lo que un líder debe hacer.

-¿Puedo ser directa y sincera contigo?

- Asintió - Claro. - respondió mirándola a los ojos.

-Si piensas de esa forma - lo miraste a los ojos - Fracaste como líder.

Á𝔫𝔤𝔢𝔩 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔤𝔲𝔞𝔯𝔡𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora