Capítulo 13

146K 10.3K 5.1K
                                    

[En Multimedia: Matt, esperanzado. Emma, horrorizada]


¡Hola estimado(a) lector(a)!

Ya casi alcanzas la mitad del libro, has leído 156 páginas hasta el momento. Se siente menos, ¿no?

Solo quería aprovechar este momento para decirte: ¡GRACIAS! por seguir la historia hasta aquí. Es la primera vez que escribo una historia de romance y personalmente me he divertido mucho. Espero que tú también te diviertas leyéndola ; )

Si te gusta la novela, recuerda votar, así más personas podrán descubrirla. Si te gustaría ver alguna escena en particular o tienes alguna crítica constructiva, déjame saber en los comentarios.

Y ahora... continúa con el capítulo trece ; )

----

La mañana siguiente me despierto con la sonrisa de estúpida más grande y empalagosa que puede existir en este patético universo.

Nunca me había despertado así, ni siquiera cuando mi ex-patán me pidió que fuéramos pareja. Y de hecho, ahora que recuerdo, nunca me lo pidió realmente, un día solo supe que estábamos juntos. 

Me acomodo en el colchón de la cama, abrazo mi almohada por unos segundos y giro mi torso en dirección a la cama de Jane. Su cuerpo reposa apaciblemente y no parece dar señales que va a despertar pronto.

Agarro mi teléfono, que por alguna extraña razón amaneció en la mesa de noche cercana a la cama en la que estoy acostada, y presiono la pantalla para ver la hora. ¿7:00am? ¡De verdad que hay algo mal conmigo para andar despertándome a esta hora!

Pongo el primer pie en el suelo. Está helado. Bajo el segundo pie también y sigo por toda la habitación hasta el baño. Entro y contemplo mi rostro en el espejo. ¡Maldita sea, estoy radiante de alegría! Mi piel nunca ha brillado así y menos recién despierta. 

Cepillo mis dientes, me peino un poco con los dedos y exhalo. Necesito encontrar una manera de quitar este rostro de felicidad o sino todos se van a percatar que algo muy bueno está pasando en mi vida y de seguro lo relacionarán inmediatamente con Matt. 

Salgo del baño, observo un momento a Jane para confirmar que no se ha despertado y abro la puerta de la habitación. 

Despejado. No hay nadie afuera, está completamente desierto. 

Igual, para cerciorarme que nadie me escuche, camino sobre las puntillas de mis pies por toda la sala hasta llegar a la habitación de Matt, a la cual mi corazón me pide a gritos que vaya.

Agarro con una mano la perilla de la puerta e inhalo aire ahora que puedo. Entonces, la giro suavemente, entro despacio y cierro la puerta sin ponerle el seguro. 

Examino la habitación. La cama está perfectamente arreglada y Matt no está ahí. Miro al suelo. Unas zapatillas de trotar están puestas en la entrada del dormitorio, justo al lado de donde estoy parada. 

Doy tres pasos hacia adelante y de pronto, escucho que la puerta del baño se abre y de ella, sale Matt. Su cuerpo es cubierto solo por una toalla que le llega del torso hasta la mitad de la rodilla y tiene el cabello empapado lo que hace que se vea más largo de lo normal. Rayos, es tan sensual. 

Se asusta al verme, lo que hace que yo también me asusté, dé dos pasos hacia atrás y me tropiece con una de las patas de la cama. Caigo como idiota al suelo, enrojecida de la vergüenza que se apodera rápidamente de mí y siendo un manojo de nervios andante. 

Factura al corazón © DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora