CAPITULO 3

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LAUREN

Me estaciono justo afuera de mi casa, con las llaves abro el portón, meto el auto y cierro, me adentro a la casa, saco el móvil de mi bolsillo trasero, tengo un mensaje de un número nuevo, pero registrado, sonrió ampliamente, viene a mi memoria el como le pedí su número, la muy tímida me mandó directo al carajo.

FLASHBACK

El timbre sonó cerca de nosotras, a unos cuantos metros, volteé a ver de dónde venía el ruido.

CAMILA: Es la última clase (dice, me giro a verla, me observa) -No quiero sonar grosera, pero deberías aprovechar para irte (dice con un toque de pena)

LAUREN: Si, está bien (digo, ella parece estar tranquila) -Antes de irme.... (digo en forma pausada) -¿Me podrías pasar tu número? (Ella no lo piensa y dos veces, niega, ladeo un poco mi cabeza) -¿Por qué no? (Ella busca las palabras correctas)

CAMILA: No lo sé, no soy una chica que va por ahí dando su número telefónico (dice) -Es muy privado y mio (me muerdo el interior de la mejilla para no evitar soltar una carcajada, es adorable, quien diría que la mujer que iba a ser mi esposa ahora no me quiera dar su número, ella me ah dado más que eso, su amor, asiento)

LAUREN: Vale.... (Digo mientras veo como empiezan a salir alumnos del edificio que está a una distancia prudente) -Bueno, te doy el mío (suelto, ella piensa unos segundos, después me da su móvil, rápidamente tecleo mi número, le devuelvo el móvil, ella lee el número supongo que mentalmente, después me observa)

CAMILA: ¿Cómo estoy segura que es tu número? (Me observa y su pregunta es totalmente inocente)

LAUREN: ¿Por qué no me llamas ahora? (Ella me ve y después al móvil, presiona el botón y comienza a llamar, el móvil dentro de mis jeans comienza a sonar, lo saco, contesto y lo llevo a mi oreja, la veo a la cara) -Yo tampoco doy mi número a cualquier persona Camila, solo necesito que lo tengas tu para poder verte pronto (digo, ella cuelga la llamada, sonrió de lado)

CAMILA: ¡Oye!, ahora tienes el mío, has hecho trampa (dice algo refunfuñona)

LAUREN: Tienes que aprender que en la vida hay gente muy astuta y yo no podría irme hoy sin tener tu número (ella piensa unos segundos)

CAMILA: Es trampa (se queja, me encojo de hombros, ella ve detrás de mi y después me observa) -No tardan en cerrar (dice, volteo a ver el portón a distancia aún abierto, me giro a verla de nuevo)

LAUREN: Bien, me voy (digo) -Espero verte pronto Camila (sin que ella hiciera algo para impedirlo, me acerco y con mucho cuidado le deposito un beso en la mejilla, no simplemente fue un brusco beso en la mejilla, fue un beso tierno, delicado, un poco húmedo y arrullador, para transmitirle amor, paz y confianza, tenerla así de cerca e inhalar su fragancia aniñada de chicle y fresa, o podría ser uno de chicle de fresa tal vez, me separó despacio y seguido ella tiene una cara desconcertada, como si nadie antes que yo le hubiera dado un beso así, supongo que en estos cinco años nadie la ah besado como yo solía hacerlo, cuando éramos una, cada día extraño cuando nos perteneciamos, yo era completamente suya y ella lo sabía, así como ella era mía, lo podía sentir a cada instante, con un beso o una caricia, ella me amaba desenfrenadamente y yo jamás fui capaz de ponerle un alto, nos amábamos con locura, con virtudes y defectos, pero nos amábamos)

CAMILA: Ve con cuidado Lauren (dice amable, asiento, seguido doy un paso atrás y me giro para comenzar a caminar hacia el portón de salida)

FIN DEL FLASHBACK

Cuando veo lo que dice, al instante y golpeándome internamente por qué tiene más de veinte minutos que me llegó, habría respondido si no hubiera venido ocupada conduciendo, me hice cuarenta minutos, fue rápido, respondo.

MI ÚNICO DEFECTOWhere stories live. Discover now