CAPITULO 4

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LAUREN

LAUREN: Solo déjame pasar, la acompaño a su facultad y regreso enseguida (el chico al que le había dado unos dólares con anterioridad estaba poniendo las cosas algo difíciles)

-Ya no puedo abrir el portón para que ingresé el auto (dice) -Ya pasan de las ocho de la noche (usa drama, cuando si apenas con ocho y cuarto)

LAUREN: Okey, entonces solo déjame dejarlo aquí y acompañarla (el chico desde adentro de la caseta piensa unos segundos y renegando asiente)

-Pero por favor que sea rápido (alza la barrera de paso, agradezco y rápidamente avanzo con el auto hacia el estacionamiento mas cerca de la facultad de Derecho)

CAMILA: Si quieres bajame aquí (dice para que yo no demoré)

LAUREN: No, como crees, te acompaño hasta tu edificio (digo, avanzo, el campus se ve solitario, supongo ya todos están dentro de sus habitaciones, el edificio donde Camila está, tiene como referencia un monumento de una balanza, ubicada frente al jardín principal, representando su carrera, es una universidad costosa, lo investigue, me detengo frente al edificio) -Llegamos (digo, parqueo el auto y me giro a verla)

CAMILA: Bueno, yo.. (dice con su delgada voz) -Lauren muchas gracias por el día de hoy (le pongo mucha atención, su rostro contorneado por las ligeras luz amarillenta de la farola que se cuela al auto, le decora el rostro y lo contrasta)

LAUREN: No hay nada que agradecer (respondo) -¿La pasaste bien? (Ella asiente)

CAMILA: Estuvo increíble, me gustó ver el mar justo en el medio (lo cuenta emocionada)

LAUREN: Vale, entonces esa es mi paga, el escuchar que te gustó (ella asiente) -Camila (digo, la veo y no puedo evitar recordar todas la veces que la vi así, aquí, dentro del auto, por la noche, con la excepción que ocupabamos el tiempo de despedirnos para besarnos y ella me llenaba de caricias, ahora tengo a una chica totalmente diferente pero sigue siendo hermosa)

CAMILA: ¿Si? (Cuestiona)

LAUREN: Siento mucho lo de tu raspón (digo apenada, ya que se ah metido santo coñazo, me dio mucho remordimiento el verla estrellarse contra el poste, cuando corrí a ayudarla y la levanté, sentí su cuerpo ligero, tibio y frágil, mis manos estaban sobre su cintura delgada, en ese momento me sentí como una adolescente, todo dentro de mi se removió, el tenerla así de cerca me cubrió una de las miles grietas en el corazón, pero recordé el porrazo que se había dado, la senté en una banca y yo pedí alcohol en el local más cercano, le cure la ligera herida, compartiendo algo nuevo con ella, vimos el mar ahí sentadas)

CAMILA: No te preocupes, ya no me duele (dice rápidamente)

LAUREN: ¿Segura? (Asiente) -¿Cuánto del uno al diez?, Diez es el mayor exponiente de dolor (la observo, ella piensa unos segundos)

CAMILA: Cero, no me duele (respondé)

LAUREN: Vale, entonces solo déjame darte un beso (digo, ella al instante se sorprende)

CAMILA: ¿En la boca? (Sonrío de lado, es un delito que sea así de tierna, niego)

LAUREN: No (respondo tranquila) - ¿Ó tú quieres? (Ella ladea un poco su cabeza y niega despacio)

CAMILA: No sería lo correcto Lauren, yo.. (la interrumpo para no escuchar lo que no quiero, que está comprometida)

LAUREN: Lo sé, no te preocupes (me inclino y le doy un beso en la mejilla, apoyo mi frente en su sien, hablo despacio, casi en un susurro) -No te estoy presionando a nada, te respeto y no haré nada que tú no quieras (ella permanece quieta, aspiro su fragancia dulce y me alejo despacio) -Ve, me quedaré aquí hasta verte entrar al edificio (la veo a los ojos, ella ve hacia la entrada del edificio y después a mi)

MI ÚNICO DEFECTOWhere stories live. Discover now