MI ÚNICO DEFECTO

CAPITULO 97

VIERNES

CAMILA

ALEJANDRO: Camila, desayuna algo hija, por qué necesitamos que nos acompañes a un lugar (dice, entonces yo solo removiendo los alimentos en el plato asiento, pensé que hoy me sentiría mejor, ayer ya estuve lo suficientemente amargada y con tanta frustración encima, termine llorando hasta quedarme dormida, no es justo lo que está pasando, una parte de mi no quiere herir a Lauren, tampoco quiero que sigamos peleando, pero es todo tan complicado, tengo muchas preguntas y pocas respuestas, para el colmo ella debe de estarme repudiando en estos momentos, lo último que supo de mi en estos días, fue que iba a casarme, Dios, ella no tenía por qué haber contestado esa llamada, pero ya nada puedo evitar, ya pasó, solo me queda afrontar la realidad, una donde Lauren ya me aborrece, estoy segura de eso)

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Con los audífonos y viendo por la ventana, llevo ya mas de dos horas, frunzo el ceño al ver el letrero que dice "Bienvenidos a Miami", cuando dijeron que iríamos a ver lo que necesitaría ahora que salí de la universidad, pensé que sería algo referente ahora que viviría con ellos, todavía no habíamos aclarado ese punto, pero yo tampoco les he dicho que aún no tengo donde hacer mis residencias, ellos no saben que no tengo nada, mas que una oportunidad "Buena", con una miserable ayuda, se que si les cuento esto, de inmediato van a sugerir hacerlas en Tustiville, suspiro y entonces solo guardo silencio hasta adentrarnos a la ciudad, mi padre se detiene en un fraccionamiento, hay ocho edificios y cada uno lleno de departamentos.

ALEJANDRO: Vamos (dice para bajarse, mi madre cómplice tiene una sonrisa en los labios, bajo del auto y detrás de ellos camino hacia la entrada del edificio "D", al llegar a la recepción una chica nos saluda)

-Buenos días (dice)

ALEJANDRO: Buenos días (responde, pero sin más se pasa de largo, el y mi madre comienzan a subir las escaleras)

CAMILA: ¿Que hacemos aquí? (Cuestiono, mientras los sigo detrás y muy de cerca, subiendo también los escalones, llegamos al segundo piso y de este al tercero, hay un largo pasillo, en este puedo ver seis puertas, enumeradas del trece al dieciocho)

ALEJANDRO: Ya sabrás (dice mientras avanza, se detiene en la puerta quince, quedando del lado derecho, del bolsillo se saca una cajita de regalo y me la extiende) -Toma (dice, entonces alzo una ceja, tomo la caja y estoy segura de lo que es)

CAMILA: ¿Ustedes....? (Digo mientras los veo a ambos y ellos asienten)

ALEJANDRO: ¿Por qué no abres? (Cuestiona, abro la caja y tomo la llave que hace dentro, me acerco a la puerta e inserto la llave, quitó el seguro y posteriormente giro la perilla, la puerta se abre y lo que veo son unas paredes totalmente blancas, un departamento perfectamente vacío, con ventanales, puertas y distribuido en espacios realmente amplios para un departamento) -Tu mamá y yo queremos apoyarte en esta nueva etapa de tu vida (hablan detrás de mi)

SINHUE: Se que no es muy grande, pero queremos que te sientas cómoda, pagamos un mes y el depósito, pero si nos dices que te agrada, tu papá y yo lo compraremos, es nuestro regalo por haber terminado la carrera académicamente (cuenta, entonces viendo todo frente a mi, siento mis ojos nublarse, las lágrimas están siendo mi fuerte últimamente, me giro y a ambos los abrazo por completo)

CAMILA: Muchas gracias por apoyarme, de verdad que no esperaba esto (digo mientras mi madre sonríe y mi papá nos abraza a ambas mientras besa mi coronilla)

SINHUE: En lo que podamos apoyarte lo haremos hija, estamos orgullosos de ti y queremos lo mejor para tu futuro (habla, yo asiento y entonces no puedo creerlo, tengo un departamento, en Miami)

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ALEJANDRO: Cuenta solo con una pequeña estufa de regalo, al igual que el refrigerador, pero lo demás tenemos que equiparlo para ti (cuenta)