MI ÚNICO DEFECTO

CAPITULO 89

LAUREN

Entre sueños siento a Camila removerse entre mis brazos, abro los ojos, la habitación está obscura, solo la poca luz que se filtra por la rendija de la puerta del baño, da un muy pequeño destello.

LAUREN: ¿Que pasa mi amor? (Digo con la voz profunda y ronca por recién despertar, Camila se gira y entonces siento que se abraza fuerte a mi, refugiándose contra mi pecho tibio)

CAMILA: Laur abrázame (pide algo asustada, la rodeo con mis brazos y doy repetidos besos en su frente)

LAUREN: Tranquila aquí estoy (susurro para sujetarla bien, no sé que es lo que la ha sacado de sus sueños por la madrugada, pero estoy segura fue un mal sueño) -¿Pesadillas? (Ella asiente) -Vale, te tengo, duerme cielo, aquí estoy (la refugio lo más que puedo, cobijandola, dándole esa seguridad y calor corporal, cierro los ojos para descansar, pero logré dormirme en cuanto sentí que su cuerpo dejó de estar rígido y abrazada a mi, se quedó totalmente dormida)

🕰️

Deposito un beso en su hombro desnudo y espero unos segundos, aún sobre la sábana, acaricio la curva de su espalda baja, la siento comenzar a moverse y curvo mis labios en una sonrisa al verla hacer esos gestos adormilados, cuando no usa maquillaje se ve tan pequeña, como antes.

CAMILA: Cinco minutos más (su voz esta tan adormilada, la observo moverse hasta abrir despacio los ojos)

LAUREN: Hola (digo y ella pasa de un ceño fruncido, a uno relajado y curva sus labios en una sonrisa adormilada, ha visto lo que he preparado para ella y dejé sobre la mesita de noche)

CAMILA: Gracias (dice con la voz bajita y en honor al desayuno ya listo, esperando por ella, me inclino y depositando un casto beso en sus labios, susurro)

LAUREN: De nada (digo para después separarme de ella y verla suspirar) -Tengo que ir a trabajar (le hago saber, ella al instante alza ambas cejas y apoyando sus manos en el colchón, despega su pecho de este y se sienta en la cama mientras cubre sus pechos con la sabana)

CAMILA: ¿Que hora es?, ¿Voy contigo? (Cuestiona)

LAUREN: Son siete y media (digo) -No sé si quieras (hablo) -Hoy irá Máx (ella alza una ceja)

CAMILA: ¿Máx el de Mariana? (Cuestiona y yo asiento) -¿Para? (Cuestiona de nuevo)

LAUREN: Va a trabajar ahí (digo mientras internamente ruego por qué ella no haga más preguntas)

CAMILA: ¿Hará sus residencias ahí contigo? (Junto mis labios y asiento) -Que bien (dice contenta) -Entonces supongo ya no ocupas de mi ayuda (deduce)

LAUREN: Si puedes ir cielo, estarás conmigo (digo y ella niega)

CAMILA: Si yo voy, tu atención estará en mi (alzo una ceja)

LAUREN: Eres muy humilde (le hago saber con toques de sarcasmo y ella curva sus labios en una sonrisa)

CAMILA: No, me refiero a que Máx necesita más tu ayuda en eso, su carrera si tiene mucho en común con lo que haces, prefiero que lo ayudes amor (confiesa)

LAUREN: Vale (digo)

CAMILA: De todos modos yo también ya necesito empezar lo mío, así que no te preocupes por mi, aquí te esperaré (afirma, la veo a los ojos y a sus mejillas ligeramente rojizas, agradezco que no haya tocado el tema más a profundidad, así que me levanto de la cama, hoy tengo que comenzar a buscar la solución para ayudarla a ella)

LAUREN: Está bien cielo, solo iré un poco más de medio día, estaré aquí para la comida (digo, ella asiente, me inclino y le deposito uno, dos, tres besos en los labios, me alejo y le doy una ligera mirada al desayuno compuesto por un vaso con jugo de naranja, unos huevos rotos con jamón, tres tostadas de tortilla deshidratada, tiras de aguacate por un costado del plato y salsa de tomate con un poco de picante, también hay una nota, pero esa ya la leerá ella más tarde, todo hace sobre la bandeja, regreso mi mirada a ella) -Desayunas (sentencio mientras alzo una ceja, ella asiente)