4. Dormido

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Todo ese fin de semana Louis había querido pasarla dormido, pensaba que de alguna manera desaparecería el dolor en su pecho. Harry por su lado, estaba atento a lo que el castaño llegara a necesitar o querer, no había descansado bien además de que mentiría si negaba que estaba preocupado por su esposo.
Louis se la pasaba llorando la mitad del tiempo y la otra mitad dormía. Aunque el rizado nunca lo escuchó, pudo ver sus ojos hinchados en más de una ocasión.

Cuando el lunes llegó, Louis no dudó en ir al estudio poco le importó lo que el rizado le dijo sobre estar sin estrés y que debía quedarse a descansar ese día.

Cuando el castaño iba a salir por la puerta de la casa para dirigirse al estudio la voz de Harry lo detuvo.

- Amor, deberías comer algo de lo que he preparado. Te llevaré al trabajo en el carro para que no vayas caminando- le acercó un par de tostadas con mermelada junto con un jugo y un sándwich con carne.

- Realmente no tengo nada de hambre y llegaré tarde...- la voz de Louis se escuchaba cansada.

- Envolveré dos sándwich para el día, promete que los comerás por favor - Harry se dirigió a la cocina para envolverlos y ponerlos en la mochila del castaño-. Ahora vamos.

Cuando ambos estaban en el auto hubo demasiado silencio hasta que llegaron al estudio. Antes de que el ojiazul abriera la puerta Harry habló.

- Se que estás mal y quiero que sepas que sea lo que sea que pase lo resolveremos juntos - puso ambos manos en las mejillas de Louis y el empezó a soltar un par de lágrimas.

No quería decirle que ya lo sabía. ¿Cómo se supone que debía hacerlo?. Aparentaba ser fuerte pero en realidad era tan sentimental y Louis sólo maldecia por eso.
Así que decidió mentir al respecto, tal vez sólo fue una noche.

-La carta llegó el otro día y... nos han negado... no podemos...-y Louis saltó a sus brazos.

-Lo volveremos a intentar, volveremos a ir y veremos qué fue lo que pasó - Harry dió un beso en la coronilla del castaño- . Todo va a estar bien cariño.

Y Louis realmente quería que eso ayudará a sentirse mejor pero no fué así. Había usado esa mentira.
Hace unos meses ambos habían decidido adoptar a un bebé así que mandaron todo el papeleo para poder adoptar. La carta en dónde llegaría la aprobación o negación aún no era dejada en su buzón pero Louis sabía que aunque deseara tanto adoptar no era un buen momento. No expondría a un bebé a peleas.

Todo el día Louis se la paso sentado editando fotografías y uniendo los vídeos. Un sándwich lo regalo a Karen y el otro a Niall. No quería comer y no es que no tuviera hambre. Esa mañana cuando se desnudo para bañarse se miró en el espejo de su baño y pudo ver qué había subido un poco de peso y probablemente sea una razón por la cual Harry lo había engañado. Recordó al chico y su cuerpo, ¿Cómo competiría con el cuerpo de un modelo?. Simplemente no podía.

Trataba de no pensar en lo que pasó pero era simplemente imposible. El día había pasado demasiado rápido y el seguía en el estudio, el cual solo era iluminado por las computadoras prendidas. En un punto se quedó dormido en el escritorio y no se dió cuenta.

-

Harry había recibido cinco llamadas de Steve pero todas las había desviado. Estaba decidido en no volver a verlo, su esposo lo necesitaba y él lo amaba. No podía seguir traicionandolo.

-¿Puedo pasar?- tocaron la puerta de su oficina.

-Adelante.

-Señor Styles le traje los nuevos contratos para que los revise y si hay algo que no le convenza hágamelo saber- dijo Martha su secretaria mientras dejaba un par de carpetas en el escritorio.

Guarda tus lágrimas. [L.S] EN EDICIÓN Where stories live. Discover now