Parte Final

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Mentiría si dijera que Louis no buscó en todos lados. Había ido al trabajo de Harry casi todos los días para esperar verlo salir del edificio, pero este jamás apareció. Marta le había dicho una semana después que el rizado había renunciado al trabajo, la castaña se preocupó cuando se enteró de la situación y lo único que pudo hacer fué decirle que le ayudaría a buscarlo.

En el transcurso del tiempo pudo notar que varias de las cosas de Harry fueron tomadas, suéteres, pants, playeras y zapatos. Sintió su corazón partir cuando se dió cuenta de eso.
Decidió cargar el teléfono de Harry, se mantendría al tanto. Tal vez en algún momento alguien llamaría y recibiría noticias.

Estaba sentado en su cama cuándo tomó el celular y lo desbloqueo. Harry tenía un par de contactos así que los llamaría. Decidió empezar por su abogado.
Cuándo estuvo a punto de sonar el último tono este contestó.

—Hola Harry, ¿Cómo estás?. Pensé que habías perdido tu teléfono.

—¿En dónde está él?—Louis sintió escalofríos.

—¿Louis?, Hola.—un silencio incómodo los invadió por un segundo.

—Dime en dónde está Harry.

—Iré a verte a tu casa en una hora.—después el abogado colgó la llamada.

La hora siguiente a la llamada paso demasiado lento para Louis y más cuando el abogado tardó media hora más de lo acordado. Todo el tiempo que estuvo esperando se preguntaba si Harry regresaría a casa.

Cuando llegó el abogado solo se escuchó el timbre en toda la casa, Louis caminó despacio para abrir la puerta. Los nervios consumían sus manos y prueba de esto era el sudor en éstas.

—Hola Louis, ¿puedo pasar?—el castaño dejó el paso libre.

—¿Por qué Harry no viene contigo?—el castaño cerró la puerta y después cruzó sus brazos por delante.

—No sé si quieras sentarte para poder ...

—Quiero saber en dónde está mi esposo. No puede ser que no haya regresado a casa todavía.—Louis empezó a sollozar entre las palabras —. No estoy entendiendo nada y esto, esto es demasiado frustrante. ¿Entiendes?

—Louis, soy el abogado de Harry. Yo lo acompañé en el hospital y me hice responsable de él para que lo dieran de alta...

—Eso no significa que no pueda regresar a casa. Yo puedo ser responsable de ¡Mi esposo! ¡No tienes ningún derecho!—finalizó subiendo la voz y señalándose.

—Tengo algo para ti. —susurro para después tomar su portafolio y darle unas hojas.

—¿Qué es esto?—quería leerlo pero sus lágrimas habían nublado su visión.

—Harry está haciendo el proceso de divorcio.—las hojas cayeron de las manos del castaño.

—No permitas que lo haga, por favor. Debemos. Yo...

—Traté de hablar con el Louis, no te conozco pero claro que lo hice.—un silencio invadió el lugar por unos segundos —. Harry está muy mal, cree que solo te está haciendo daño. Quiere protegerte.

—¿Solo así?, ¡¿Se irá como un cobarde que no puede dar la cara?!—se le quebró la voz—. Es que yo...no puede solo irse.

—Harry es muy necio pero puedo atrasar el trámite y hacerle pensar que está hecho.

No hubo más palabras por parte del abogado, solo una promesa silenciosa de que haría lo posible para darles tiempo. ¿Pero qué tanto tiempo?
Al final el mismo se negó a decirle dónde estaba Harry porque él era su amigo y también le había hecho una promesa.

Guarda tus lágrimas. [L.S] EN EDICIÓN Where stories live. Discover now