Capítulo 2: Tacto, caricia o roce.

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¿Tenis? Para mí, el juego perfecto.

Simplemente, soy yo mismo cuando mi mano toca la raqueta y me siento completamente libre, tengo más resistencia jugando tenis que otros deportes.

He estado aquí practicando desde que salí de clases, hace como tres horas.

Y hace una hora empezaron a llegar los demás del club, todos se impresionan al verme aquí ¿Un capitán no puede venir a practicar un poco?

-¿Qué le sucede al capitán?- escucho preguntar a un chico.

-No sé, ha estado practicando mucho ¿Será que se acerca una competencia?- le responde otro.

Ja, competencia mis narices, estoy practicando tanto para tratar de que se me olvide que en algún momento tendré que hablar con Elba como si fuera un chico normal que no la acosa, no se quiere casar con ella, tener veinte hijos, cinco perros y ocho gatos, la casa sería de estilo...

Ay dios, no otra vez.

A veces mi propia mente me da miedo.

Tengo que cuidarme de mi mente, tengo que cuidarme de mi mente, tengo que cuidarme de mi mente...

Apago la máquina que suelta pelotas y camino hacia dónde está mi toalla, me la pasa una chica de mi clase.

Es linda, aunque, para mí Elba es mucho más hermosa, diosa y preciosa.

-Gracias- le sonrío por su amable gesto.

-De nada- piensa un momento en algo y vuelve a hablar-oye ¿Por qué no fuiste a tomarte las fotos?

-¿Qué fotos?- pregunto mientras me seco la cara.

-Las del anuario, todo el mundo se ha estado tomando las fotos desde que salimos de clases, incluso tus amigos y...-mira su teléfono- van a dejar de tomarlas en unos veinte minutos, creo.

-¿Qué?- grito mientras agarro mi bolso y hecho a correr.

¿Cómo carajo se me olvidó que las fotos serían tomadas hoy?

La chica se queda atrás, pero aún así, escucho su grito.

-Oye, espera... Salgamos algún día.

No, gracias, pero no voy a salir contigo

Llego a mi habitación y le grito a los tres imbéciles que me miran.

-¿Por qué no me avisaron sobre las fotos?- me quito la ropa y entro a la ducha.

-Te estuvimos llamando todo el rato pero nunca respondiste- dice Brant.

-¿Estabas en la cancha de tenis?- pregunta Edwin a lo que yo grito que si y él vuelve a hablar- lo sabía, no te fuimos a buscar porque no teníamos ganas de caminar mucho.

-Yo le dije a los del club de fotografía que si podían tomarte la foto luego y dijeron que "quizás"- dice Armin.

Los tres hablan desde afuera del baño.

-¿Como que "quizás"?- grito mientras me quito rápidamente el jabón.

-Si ellos no quieren tomarla luego, pues te jodes y no sales en el anuario.

-Eso no puede ser y lo saben.

Salgo escurriendo agua, me seco lo más rápido posible y me pongo un jean negro, camisa negra y unos zapatos blancos.

-Ya vengo- digo agarrando mi teléfono.

-Vaya, eso fue una ducha rápida- dice Brant.

Salgo de la habitación corriendo, todo el mundo me mira raro al pasar.

Todos los días veo tu foto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora