Capitulo 16: Corazón de madera.

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Que me haya dicho que quiere más me da muchas ideas para hacerle pero...

Me preocupa que después se arrepienta cuando esté sobria.

En un hombro tengo al angelito Dominik que me dice que vaya hacia nuestros amigos para no caer en la tentación estando solos y darle agua para que se calme un poco.

Pero en el otro hombro está el diablito Dominik que me dice de manera muy sugerente “hazle todo lo que pida estando ebria”

¿Qué carajo hago?

Además, tengo que llevarla al lugar donde voy a confesar mis sentimientos.

Entonces, le haré caso al angelito.

Empiezo a caminar hacia las escaleras de la zona VIP con ella agarrada a mi brazo, se está riendo mientras observa el techo.

Cuando llegamos a donde estan nuestros amigos, nos miran confundidos.

—¿Qué le sucede a...?— empieza a preguntar Armin pero respondo antes de que diga “Elba”.

—Se bebió muchos shots.

—Siii y también nos...— habla Elba pero yo le tapó la boca, iba a decir que nos besamos y ellos empezarían a preguntar, no es buena idea ahora.

—¿Me da un vaso con agua? Por favor— le digo al mesero que pasa por mi lado en ese momento, él asiente.

Ayudo a Elba a sentarse, los demás siguen con lo suyo sin prestarnos atención y yo realmente lo agradezco, mi chica me mira con los ojos bien abiertos, luce tan tierna.

—¿En serio nos besamos o es un sueño?— pregunta y yo sonrío.

Creeme cariño, me estoy haciendo la misma pregunta desde antes que nuestros labios se unieran.

La Elba ebria es algo que nunca me voy a cansar de presenciar, se ve tan sexy y linda, una perfección.

Recuerdo el delicioso beso y respondo.

—¿Quieres la verdad o la mentira?

Ella frunce el ceño, llega el mesero, me da el vaso con agua y se va, yo se lo paso a ella.

—Bebela toda y te digo la verdad.

Primero me mira recelosa pero luego comienza a beber el agua y cuando ya el vaso está vacío, habla.

—Ahora dime la verdad, por favor.

Yo me acerco a su oído.

—Nuestro beso fue tan irreal como un sueño, intenso como una droga, anhelado como la lluvia en plena sequía y tan serio como el cielo es azul al igual que tus hermosos ojos.

Ella me mira sonrojada.

—Quiero... Necesito ir al baño.

Se levanta rápido y se va por el pasillo, Adelaide la persigue con una sonrisa.

Acabo de decirle algo super romántico y ella se fue al baño, si, es el amor de mi vida, la verdad es que me dió gracia.

—¿Qué le dijiste a Elba que huyó de esa manera?— pregunta Brant sentándose a mi lado, se está bebiendo una margarita— ¿Qué te duchas con el agua fría como de nevera? ¿Que usas los boxers de Bob esponja que te regalé en tu cumpleaños? ¿Que...?

—Brant.

—¿Si?

—Callate ¿Quieres?

—Bueno— dice y se sigue tomando su bebida como si no hubiera dicho nada, luego se va a bailar con un morena que le coquetea.

Todos los días veo tu foto.Where stories live. Discover now