Capítulo 34: Viaje inesperado.

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Pasamos días creando un plan para buscar el cuerpo de Dominik.

La cosa es que es complicado porque ¿Como traemos un cuerpo sin vida desde allá hasta acá? Lo peor que podría pasar es que nos encuentre la policía y piensen que nosotros lo matamos.

Entonces decidimos decirles a la policía que alguien nos llamó y nos dijo la dirección.

Vine sin decirle nada a mis suegros.

—¿Entramos?— pregunta Edwin.

Dominik me da una mirada de aprobación, yo asiento y los seis entramos, la estación de policía es todo un caos.

Las personas corren de un lado a otro, hay papeles por todos lados, gritos y llamadas ¿Qué está sucediendo?

—Esto parece un gallinero— dice Adelaide, ella pasó unas vacaciones en una granja, sabe lo que dice.

—¿Qué les pasa?— pregunta Brant sin entender, bueno, ninguno entendemos.

Estoy a punto de decir algo, cuando llega el detective odioso que estaba al tanto de la investigación de Dominik, el muy imbécil creyó que coqueteando me y haciendo preguntas de Dominik, me iba a conquistar o algo por el estilo.

Dominik lo mira con los ojos llenos de rabia porque ya le conté todo sobre su coqueteo innecesario.

—¿Qué hacen aquí chicos?— pregunta mirándome los pechos.

—Ponte detrás de Edwin, Armin o Brant— dice Dominik, yo hago lo que me dice al instante.

—Vinimos porque creemos tener información sobre Dominik— responde Regina.

—Me llamaron ayer para decirme la ubicación del cuerpo— dice Armin.

Mentiras, mentiras...

Pero es para una buena causa.

—Oigan chicos, este no es un buen momento para bromas, la estación está teniendo ciertos problemas internos y por como están viendo, es un caos— suspira y habla— además, seguro los estafaron porque revisamos todo Kiel de pies a cabeza, el cuerpo de Dominik debe estar roto en miles de pedazos o quemado hasta ser ceniza ¿Comprenden?

—Pero no está aquí en Kie...— trato de decir pero él no logra escucharme porque alguien le grita algo.

—Tengo que irme, olviden eso ¿Si? El caso estará cerrado por los momentos, hasta que consigamos pruebas verdaderas.

Y se va, después de decir tal estupidez.

Salimos de la estación y nos subimos a la Buburban negra de Regina.

—Diganme si no soy la única que está odiando a los adultos, ni siquiera le importó o preguntó— dice Adelaide.

—Y tampoco lo harán— dice Brant— ellos creen que no es importante, porque no es algún familiar o conocido de ellos.

Todos asentimos y el silencio se hace profundo.

Me sorprendo cuando escucho hablar a Edwin.

Bueno, creo que todos nos hemos sorprendido, hasta Dominik lo mira impactado.

—Tocará hacerlo por las malas.

Y de camino al internado, nos dice la idea más loca que he escuchado en mi vida, pero podría resultar bien.

***

—Bien ¿Estamos listos?— pregunto.

Todos asienten y yo veo a Regina para que hable.

—Pasaré lista— dice como toda una mamá gallina— comida y abrigos están en el bosque fuera del internado, las linternas y teléfonos suplentes los tenemos, dinero, productos de limpieza personal, carpas, paraguas, algunas mudas de ropa, medicinas y pistolas eléctricas ¿Está todo?

Todos los días veo tu foto.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin