Capitulo 4: Eres la razón de todo.

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Estamos en clase de historia universal, para muchos es aburrida pero para mí es de lo más interesante.

Hoy estamos hablando sobre la arquitectura griega, le estoy prestando toda mi atención a lo que dice la profesora hasta que siento un pequeño golpe en el cuello, es un pedacito de papel, miro hacia Brant que me sonríe y me hace señas para que lo abra, pero cuando lo abro no me da tiempo de leerlo porque el profesor me habla molesto.

-Dominik, sabes que no tolero este tipo de actos y no me importa que seas uno de los mejores de la clase ¿Qué dice esa nota que tienes en la mano y quien la mandó? Compártelo con la clase.

Si no lo digo, él vendrá hasta aquí y la leerá, así que... Me levanto para hablar.

-La mandó Brant y dice "Tengo hambre, oye ¿Ya pensaste como invitar a salir a...?- no pienso decir el nombre que está escrito, que incómodo.

El profesor nota mi vergüenza y carraspea.

-Ya puedes sentarte, ninguno de los dos vuelva a hacer eso sí no quieren ser castigados.

A mi al rededor, todos en el aula se preguntan a quien voy a invitar a salir, que molesto, la chica que me avisó sobre la sesión de fotos me observa con tristeza, lo que menos quiero es romper corazones pero en mi defensa, no hice nada para gustarles.

Al salir de clase, vamos al comedor.

Nada más entrar vemos a Adelaide agitando sus brazos, seguido de su grito parlanchín.

-Por aquiiiii- Regina tranquilamente le jala la camisa del uniforme para que deje de gritar pero ella no le presta atención.

Chicas de otras mesas las observan con... ¿Envidia? ¿Odio? Ni siquiera lo sé, ya todo el internado se ha dado cuenta de que Regina y Armin están saliendo, seguro es eso.

Elba también está sentada en la mesa observando a sus amigas mientras les dice algo que no logro oír, mi sonrisa se vuelve cada vez más grande, es imposible no sonreír cuando ves a la persona que te gusta feliz.

Hora de tratar de conquistar a mi crush, claro que sí.

Me siento justo frente a ella y los chicos se sientan no sé dónde, ni me importa en estos momentos.

Todos nos saludamos y empezamos a hablar sobre las clases de la mañana mientras comemos, todo el rato miro disimuladamente a Elba, cada una de sus expresiones, palabra o mirada de soslayo que me dedica son tan importantes como el agua y aire para vivir.

Edwin me golpea el brazo y luego me habla al oído.

-Amigo, se nota mucho que no paras de observarla ¿Cuando piensas invitarla a salir?

-Yo...Es que...

-Hey Dominik, come esto- escucho decir a la voz más dulce y linda de la mesa, volteo y la chica de mis sueños sostiene un rollo de sushi con sus palitos hacia mi, es como un beso indirecto si lo pienso bien, porque ella ya usó esos palillos y su saliva...

¿Me quiere dar de comer en la boca? Pero, dios, mi más grande deseo es comerla a ella.

Bueno, la vida es una sola, a comer.

Me estiro un poco hacia ella y abro la boca, ella me da el rollo con una sonrisa, creo que es lo más rico que he comido en mi vida o no sé si sabe mejor porque ella me lo dió.

-¿Está rico?- pregunta Edwin divertido.

Termino de masticar, él nunca suele hacer chistes, es más de quedarse callado y simular ser una piedra, pero con el tema de Elba me ha jodido la paciencia a niveles extremos y eso que no sabe lo mucho que ella me encanta.

Todos los días veo tu foto.Where stories live. Discover now