[COMPLETA]
¿Internado Centaurea Cyanus?
Un lugar muy grande y lujoso dónde tus sueños pueden hacerse realidad, conocido mundialmente por sus estudiantes de buena familia, inteligentes y carismáticos.
Se divierten, se enamoran, estudian, lloran, se...
Salgo de la habitación con los chicos, es muy temprano y estamos de camino a nuestra primera clase.
El repartidor que contraté ayer en la noche, me avisa a través de un mensaje que está a punto de entregarle mi pedido a Elba, es un ramo enorme de rosas rojas, tiene una tarjetita que dice:
“El color de esta flor, representa la pasión y el amor.
Espero te gusten, cielito”
Cuando los chicos y yo entramos al edificio donde vamos a ver clases, camino decidido porque sé que vamos a pasar por el aula donde está mi chica.
Al doblar la esquina, nos cruzamos con un hombre que parece ser el repartidor que se está yendo y queda claro que es él cuando se escuchan murmullos y grititos de emoción, creo que es una de las primeras veces que no es por nosotros.
Nos asomamos a las ventanas y veo a Elba mirando las flores, su carita está roja de la vergüenza porque toda la clase le está preguntando que si tiene novio.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—¿Qué dice la tarjeta?— preguntan varias personas, incluso lo hacen Adelaide y Regina.
Elba lee lo que dice y todos empiezan con el típico "AAAWWWWWW"
Una chica habla un poco cerca de la puerta por lo que nos permite escuchar bien.
—Es obvio que tiene novio, tiene chupetones en el cuello y debo decir, que se ve muy sexy.
Yo me río para mis adentros.
Seguimos caminando los cuatro, cuando vamos por un pasillo vacío, Edwin me golpea en la parte trasera de la cabeza y habla.
—Eres un pervertido y romántico al mismo tiempo, acabaste con toda la miel de Alemania con eso de "cielito".
Pongo los ojos en blanco.
—Habló el que pidió noviazgo frente a la torre Eiffel— respondo, a él se le borra la sonrisa y me mira con seriedad.
—Los dos son unos románticos y eso está bien— dice Armin.
—Si, está bien, pero ¿Por qué cielito?— pregunta Brant.
—¿De qué color son sus ojos?— pregunto con expresión de qué es obvio.
—Ahhh— dicen los tres al mismo tiempo.
Cuando llegamos al aula que nos toca, el profesor no ha llegado.
Nos sentamos y a nuestro al rededor, todo el mundo habla sobre lo de las flores de Elba y quién será el tan afortunado novio.
—Ustedes cuatro tienen que saberlo, son amigos de ella— dice un chico y absolutamente todos nos miran, que molesto, no puedo decir que soy yo.
—No tenemos que saber todo de su vida ¿Cierto?— dice Armin y los tres asentimos.
—Exacto, todavía no nos ha dicho quién es el imbécil al que conquistó— dice Brant, yo lo golpeo por debajo de la mesa.
