EN SECRETO ES MEJOR

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Holden regreso a la mansión, debía actuar como si el estar separado de Sophia le matará.

– Hijo – dijo la condesa al verlo subir a la segunda planta.

–  No me digas nada madre, debo pensar.

– Pobre, no puede aceptar la realidad, si las cosas siguen así con todo el dolor del mundo tendré que pedirle a los Mcnoure abandonen la propiedad.

Michelle Gimió.

– No madre, ellos no tienen la culpa del capricho de mí hermano.

– Lo se, me duele por Sophia, pero primero está mí familia.

Michelle corrió al segundo piso.

Holden sentado en el balcón de su recámara, con los ojos cerrados pensaba en el momento que acababa de tener con Sophia.

Tres toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.

– Adelante – Michelle ingresó, y al ver a su hermano corrió a él.

_  Quieres que Sophia y sus padres abandonen la propiedad? – sin entender miro a su hermana.

– No! , Claro que no quiero tal cosa.

– Entonces desiste de ese absurdo, madre está tan desesperada que le pedirá a los Mcnoure abandonen Orange Roses.

Holden bajo del balcón y tomo a Michelle por los hombros.

– Estás segura? –la joven asintio.

– Si, madre me lo acaba de decir.

–  Tranquila, yo arreglaré todo. Solo dame un poco de tiempo.

Michelle salió de la recamara de Holden, quién preocupado caminaba de un lado al otro.

– Maldición! –mascullo, salió de su recámara y bajo a la sala de bordado dónde su madre estaba mirando a través de la ventana.

– Madre, no puedes correr a los Mcnoure, sabes que han sido muy responsables.

– Si, lo sé y me duele por qué los aprecio demasiado, pero primero está mí familia.

– Como puedo hacer para que no los corras? –Amalia miro a su hijo y acarició su mejilla.

– Olvídate de Sophia.

– No me pidas tal cosa.

– Lo lamento hijo, pero esa es la única opción que tienes.

Holden bufó molesto.

– Deja que lo piense con calma, sabes que no se puede olvidar a la persona que amas de la noche a la mañana.

Amalia tomo las mejillas de su hijo y beso su frente.

– Tienes hasta mañana en la tarde para darme una respuesta.

Sin despedirse de su madre salió de la sala.

Debía pensar con claridad, ya que solo renunciaría a Sophia por su bien.

La tarde despuntaba  en un  horizonte naranjado como todos los días.

Holden la contemplaba a través de la ventana de su recámara.

Pasó una mano por su negro cabello, salió por su balcón llegando a las caballerizas.
Tomo a su semental y cabalgó fuera de la propiedad.

Al ver que Sophia regresaba del pueblo se desvió hacia el caminó real.

– Holden, que sucede? –  este sin mediar palabra alguna la tomo por el rostro y beso sus labios –  estás bien? – negó.

UNA HISTORIA DE AMOR...Where stories live. Discover now