Holden visitaba casi todos los días a Sophia, la amaba y ella a él.Eran felices como nunca imaginaron que podrían vivirlo juntos.
– Estoy en un sueño del cual no quiero despertar – dijo acariando los finos bellos del pecho de Holden.
– Me siento igual, pero disfrutaré cada momento a tu lado– bajo su rostro y beso los cabello de Sophia.
WHARF MANSIÓN LONDINENSE DE LOS CONDES DE ASHFORD...
Dias después..
Grace caminaba desesperada.
– Cálmate, harás una zanja en el piso– le dijo la condesa fastidiada de tener que verla todos los días en ese estado.
– Como me dice que me calmé – metió sus manos en sus cabellos rubios– mi marido está con otra mujer– Amalia suspiro.
– Grace, debes entender que los hombres buscan en la calle lo que no tienen en casa – Grace miro a su suegra sus rió sin humor.
– Lo que no tienen en casa!, Dígame, que es lo que no tiene aquí que en brazos de otra lo encuentra– dijo sentándose al alado de Amalia.
– Amor, simplemente amor– atónita Grace la miró.
– Está loca, como puede decir eso!, Mi marido no esta faltó de amor, yo lo amo!– dijo llevando una mano a su pecho.
Amalia se levantó de su lugar y camino por la sala de bordado.
– Si, lo amas, eso no se puede negar. Pero, no haz sabido ganarte su amor– Amalia se acercó a su yerna y tomando su mentón elevó su lloroso rostro – crees que es agradable llegar a casa y encontrar a una mujer desaliñada?, No!, Es algo desagradable – Grace asintío.
Amalia suspiro, sabía de sobra que su hijo a esa hora estaba arreglándose para ir a visitar a otra mujer.
Grace miro escaleras arriba y observó como Holden bajaba estás.
– A dónde vas a esta hora?, Todos los días sales y me dejas abandonada aquí.
Holden la miro y bufo.
– No tienes derecho a interrogarme.
– Pero si tengo derecho a preguntar con quién te irás a ver.
Sonriendo sin ganas negó, jamás la había visto como su mujer. Le había dado hijos y eso era todo.
Apartó a Grace y paso de largo para salir a la calle.
– Otra noche más en la que se va con otra– Amalia elevó una ceja y nego.
– No te amargues la vida– dijo saliendo de la sala, Grace miro la puerta por la que su marido acababa de salir.
Corrió al recibidor, tomo su abrigo y salió detrás de Holden.
Se detuvo al ver que el carruaje de él aún estaba aparcado frente a la mansión.
Se escondió esperando a que él carruaje comenzará su andar.
Tomo un carruaje de alquiler.
– Siga ese carruaje– dijo al cochero.
Holden llegó a Regency, bajo del carruaje y entro al jardín de la casa en la que vivía Sophia.
Se acercó a un rosal y corto una rosa roja, Grace parada en la reja observo a su marido como sonreía y era recibido por una mujer.
Sintió un dolor punzante en su pecho.
Llevo una mano a este y con rabia limpió una lágrima que resbalaba por su blanca mejilla.
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UNA HISTORIA DE AMOR...
Short Storytierno, dulce y especial era su amor. vivían cada instante como si fuera el último; anhelando un futuro que jamás llegaría.