MI TESORO ERES TÚ...

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La fiebre no cedía, susurraba palabras inteligibles.

Aurora no se apartaba de ella ni un solo instante.

– Madre! – dijo en un susurró.

– Aquí estoy mi niña.

Tomo la mano de Sophia.

– Por favor, que los Mortimer se lleven a John, no quiero que mí hijo pesqué está enfermedad – dijo llorando– por favor madre, que mis hijos salgan hoy mismo de esta casa– Aurora asintío entre lágrimas.

– Si hija, se hará como mandes y Nina, que haremos con ella?– Sophia paso la lengua por sus labios.

– Que Holden se la llevé, no quiero que mis niños enfermen – sabía que su hija estaba muy mal, que esa enfermedad podría ganar la batalla.

– Lucha hija, no puedes darte por vencida – Sophia sonrió son ánimo alguno.

– Trato, pero no tengo fuerzas, mí cuerpo no resistirá mucho.

CANARY WHARF....

Como todas las tardes Holden llegó a la mansión, se despojo de su capa y sombrero entregándose los al mayordomo.

– Hijo!– susurro Amalia, Holden miro a su madre la cual estaba escondida detrás de la puerta de una de las salas.

Coloco un dedo sobre sus labios demostrándole a su hijo que no debía hacer ruido.

– Que sucede, porque tanto misterio?– Amalia miro a su hijo con ojos cristizados.

– Sophia, está muy enferma– Holden sintió que su al a abandonaba su cuerpo.

– No puede ser, anoche estaba muy bien– Amalia se encogió de hombros– ahora que lo dices, anoche la sentí con calentura.

– Está mañana temprano aurora envío está misiva– Holden la tomo en sus manos y la leyó.

– Debo ir a Regency – dió media vuelta tratando de salir de nuevo.

– No puedes, sabes que Grace está en estado– cerro sus ojos apretandolos, no se hacía tres meses que no visitaba a Grace en su recámara que no se acordaba de su preñez.

– No me importa, debo ir con Sophia.

– Y si es contagioso?– Holden miro escaleras arriba, negó, no podía dejar de ir a ver a Sophia.

– Debo ir con ella.

Volvió a la puerta, tomo su capa y sombrero y salió a la calle, para subir al Carruaje.

Grace acariciaba su enorme panza, cuando le prometió a Holden no molestarlo más, ignoraba que estaba de encargó. De eso hacian tres meses.

– Yo a punto de parir y el corre a los brazos de esa ramera– dijo con odio.

– Mi niña, no te atormentes, el volverá a ti– Grace miro a su nana y con tristeza bajo su mirada.

– Cuan desdichada soy, si esa mujer no hubiera aparecido de nuevo en la vida de Holden. Tal ves el me amará– su nana la abrazo.

REGENCY...

Holden ingreso a la casa y si. Perdida de tiempo corrió escaleras arriba, ingreso a la recamara de Sophia son tocar a la puerta.

– No debes estar aquí, tengo viruela – dijo casi llorando.

– No temas por mi, la enfermedad me dió hace mucho.

Sophia lo miro y sintió como una tibia lágrima bajaba por su sien.

– Me siento muy mal– Holden miro los brazos de Sophia y comenzaban a formarse pequeños granos.

UNA HISTORIA DE AMOR...Where stories live. Discover now