Holden no lo podía creer, se sentía dichoso de tener a su lado a Sophia; aunque todavía no había pasado de un simple beso o una que otra caricia se sentía el más dichoso de todo Londres.
Suspiró con Sophia recostada a su pecho mientras miraban la chimenea.
- No cambiaría este momento por nada del mundo- Dijo mientras hundía su nariz entre los cabellos de Sophia.
- Igual yo - acarició los brazos de Holden.
Aurora y Damián miraban con desaprobación la relación que mantenía su hija con el conde.
Holden la visitaba a menudo, estaba pendiente de Sophia y su hijo.
- Es un buen niño- dijo Holden cargando a John en brazos, Sophia miro a Holden y sonrió llena de emoción.
- Si, es un excelente niño, nunca molesta- Holden miro a Sophia.
- Sophia, hace mucho tiempo estamos juntos, anhelo que seas mi mujer.
Sophia Gimió, negó y se alejo un pasó.
- No creo que sea buena idea, no me siento preparada para ser tu mujer.
Una lágrima rodó por la mejilla de Sophia.
- Porque dices tal cosa?- Sophia lo miro y trago en seco.
- No puedo darte lo que deseas, tengo miedo de desilusionarse.
- Jamás me desilusionaras, siempre serás perfecta para mí.
Acarició la mejilla de Sophia y beso sus labios dulcemente.
Sophia bajo su mirada y sonrió sonrojada.
- Solo deja que todo se de- se empino y volvió a besar los labios de Holden.
Aurora miraba todo a través de la puerta de vidrio.
Sophia estaba en su recámara y Aurora ingreso sin pedir permiso.
- No está bien lo que haces-e a uso su madre.
- Porqué no está bien, acaso no puedo vivir mí vida. No puedo ser feliz!- Aurora miro a Sophia con desaprobación.
- Es un hombre casado, no puede estar con él.
- Si, casado con una mujer a la cual no ama, siempre ha sido mío y yo suya; siempre hemos sufrido por culpa de ustedes, madre. Se que no aceptan que Holden y yo estemos juntos, pero no lo hago por mala, solo deseo vivir el amor por el cual sufrí tanto
Aurora suavizó su mirada y acarició la mejilla de Sophia.
- Si quieres vivir con Holden, tu padre y yo no podemos quedarnos aquí.
Sophia negó.
- No, ustedes no pueden mudarse de aquí! - aurora negó.
- No te preocupes, estaré cerca de aquí, puedo venir todos los días.
- Madre, padre y tú pueden vivir en la casa adyacente.
Aurora asintió, esa era una excelente idea.
Así que ella y Damián se pasaron a la casa adyacente a la de Sophia. La cual tenía un acesso por el patio trasero.
Pasaron días y Holden no volvía a casa de Sophia, sabía que la gente lo veía llegar todos los días y comenzaban a hablar sobre la relación que mantenía con la misteriosa mujer que habitaba aquella casa.
- Han pasado varios días y Holden no ha vuelto a visitarme.
Su madre elevó la mirada y observó a Sophia.
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UNA HISTORIA DE AMOR...
Short Storytierno, dulce y especial era su amor. vivían cada instante como si fuera el último; anhelando un futuro que jamás llegaría.