30

2.1K 261 31
                                    

Cuando la ceremonia comenzó, luego de que Mia y Mirabel llevaran con sus padres a un nervioso Antonio, quien fue recibido entre besos y regaños, Mia fue a la mesa de comida, se sirvió del ponche y luego se apoyó en la pared del fondo. Observó cómo todos se acomodaron en sus lugares, expectantes a lo que podría pasar, escuchando a quienes decían que ojalá esta vez no fuera un desastre y a quienes rogaban que el Milagro siguiera con fuerza, trató de ignorar los comentarios mal intencionados, pero luego reparó en que estaba apoyada en la pared, con un vaso de ponche en mano y cerca de una mesa alejada.

Se dio cuenta, al beber un sorbo de ponche, de que estaba en la misma situación en la que conoció a Bruno, sólo que esta vez estaba sola en el medio de la ceremonia. Sonrió con nostalgia ante el recuerdo y bebió del vaso para deshacer el nudo que se había formado en su garganta, sin darse cuenta que detrás de la pared en la que se apoyaba estaba Bruno observando su perfil por la pequeña grieta de la que apenas y podía observar la manera en que la joven tomaba del alcohol como si intentara olvidarse de algo, acariciando con su pulgar el collar que él le había dejado y el cual sólo se sacaba por las noches, sonrió con tristeza. Una parte egoísta de él agradecía que la mujer no lo haya olvidado, pero la otra parte le regañaba que estaba haciendo pasar por un pésimo momento a alguien que amaba por su cobardía como para sentirse aliviado de que no lo haya dejado de lado.

Es por el bien de mi familia, se repetía.

Esa noche Alma esperaba que todo fuera a la perfección, y así fue por un momento. Antonio había ido de la mano con Mirabel hasta la puerta, lo cual dejó perplejos a todos pero tanto Mia como Bruno sonrieron con dulzura ante la escena, el niño tocó el cerrojo de su puerta con nervios y ésta se había iluminado por completo, dejando boquiabierta a Mia, quien nunca había presenciado algo así. Bruno rió bajito al ver su perfil. 

La extrañaba demasiado. 

Luego todos entendieron que el don del niño era hablar con los animales, Mia casi sintió envidia ante esto, pues ella también adoraba mucho a los animales y pagaría millones para poder hablar con estos, después de todo se relacionaba mejor con animales que con humanos. La mujer pegó un salto al sentir algo correr entre sus pies, luego vio que todos se habían asustado de golpe, suspiró relajada cuando notó que eran animales de distintas especies que corrían hacia Antonio.

Al abrir la puerta y dejar pasar a todos los animales, la gente ingresó rápidamente a ésta, Camilo corrió hacia Mia y la arrastró emocionado al cuarto de su hermano, dejando a la mujer impresionada al ver que la habitación era gigante, había árboles y lianas por todos lados, y el niño la había recorrido encima de un jaguar, causando que tanto Mia como Pepa se asustaran en demasía cuando cayó del árbol más grande. Cuando el niño llegó hasta sus familiares, bajó del animal y corrió hacia Mia, causando que todos vieran con una sonrisa la manera en que el niño corría a abrazar a la muchacha, quien trató de no volcar el contenido del vaso sobre su ropa blanca.

- ¿Viste, peque? no había nada de qué preocuparse, te felicito, enano.

Bruno sintió su corazón acelerarse al ver la escena. La pelinegra abrazaba con fuerza a su sobrino más pequeño y sonreía con lágrimas en los ojos cuando el niño le contaba emocionado lo que se sintió caer del árbol y deslizarse como si estuviera en un tobogán, Mia estiró la mano y le frotó los rizos con cariño, causando que el niño riera. 

Todo había sido perfecto hasta que Alma llamó a la familia a tomarse una foto, pero Mirabel no estaba. Mia, sintiendo un malestar en su estómago, caminó hacia la puerta dispuesta a buscar a la adolescente, pero ésta entró de golpe asustando a Mia.

- Mira’, ¿qué…?

- ¡La casa está en peligro! - dijo, comenzando a explicar con pánico que había visto grietas por todas partes, la gente la miraba extrañada y notó que Alma se había quedado paralizada ante la noticia.

Tímido • Bruno MadrigalDove le storie prendono vita. Scoprilo ora