Capítulo 21

21 8 10
                                    


            Estamos en la estación de Atocha de Madrid, ayer llegamos de Berlín, de un viaje y esta mañana nos vamos a Sevilla para pasar cuatro días. Lola, al final se convenció para presentarme a sus padres. No ha hablado con ellos, dice, que nos presentaremos sin avisar. Me ha dicho que ella se encargaba de la organización del viaje, que me ha preparado muchas sorpresas. Llegaremos hoy después de comer, iremos al hotel y mañana veremos a sus padres. Pasado mañana que es nochebuena iremos a cenar a un restaurante de lujo y el día de navidad regresaremos a Madrid por la tarde. El día 26 volamos a Londres porque nos toca volver a trabajar.

En casa las cosas van geniales desde que hicimos las paces. Lola está mucho más habladora, más receptiva y hemos hablado mucho de sus padres y de su infancia estos días. Veo que poco a poco está abriéndose más. Me gusta la idea de que confíe en mí.

Después de lo que pasó y durante la reunión barra celebración de su cumpleaños y los días posteriores, Enzo y Eros se alejaron un poco de Lola y lo ha pasado bastante mal. Ella, se ha metido en mi familia hasta el fondo y sobre todo Enzo ha sido siempre su mayor apoyo. Él estuvo tres días sin cogerle las llamadas y yo tuve que ir a hablar con él para que se relajase con ella. Lola no quiere que nadie más sepa de su familia. Al menos por el momento. Así que le conté a Enzo una mentirijilla sobre nosotros y un mal entendido. La comida del domingo siguiente no se pudo hacer porque Lola y yo trabajábamos así, que Enzo, Eros y Lola no se vieron en toda la semana. Al siguiente domingo, después del famoso puente de diciembre, nos dedicamos a preparar todo para montar le árbol navideño en casa. En mi familia siempre lo hemos montado juntos y las navidades se celebran en mi casa. Ese día Por fin los gemelos y Lola consiguieron limar asperezas y acabaron riéndose de todo. Mis sobrinos sobre todo, vieron que entre Lola y yo todo estaba perfecto. Y parece que tras montar el árbol sin incidentes todo volvió a la normalidad.

Para Lola es la primera navidad que celebra en familia y está realmente muy nerviosa. Para mí es la primera navidad en que el día de nochebuena lo paso alejado de mi familia. Va a ser raro, pero estaré con Lola y la arroparé, pase lo que pase, con su familia.

Llegamos al hotel más lujoso de Sevilla. El Eurostars Torre Sevilla, de cinco estrellas. Lola ha tirado la casa por la ventana. Nada más llegar se nota el lujo en cada rincón del hotel. El acento de Lola se ha intensificado desde que nos bajamos del ave. Su amiga Marta nos ha acompañado hasta el hotel y cenará con nosotros. Entramos en la habitación y como siempre Lola se lanza a mis brazos para inaugurar la habitación por todo lo alto. Es como una costumbre ya. Cada hotel al que llegamos, lo inauguramos antes de ver si quiera el color de las paredes. Y este no podía ser menos. Pensé que, en las parejas, con el paso del tiempo la fogosidad se perdía y daba paso a la calma, el relax y lo típico, más besos, menos sexo. Pero con Lola cada día que pasa es más pasional, más fogoso y más bestial. Y la verdad, es que no me puedo quejar, porque cada día me gusta más el sexo. Yo no me consideraba un, ¿Cómo os gusta a las mujeres? un empotrador de esos de las novelas, pero cada día me descubro más haciendo el amor sobre las paredes, encimeras o lavabos, que en la propia cama. Y me encanta. Lola me descubre que los límites los ponemos nosotros.

Tras una sesión brutal de sexo y sin haber llegado a la cama, Lola y yo decidimos que podemos dar una vuelta por Triana y cenar con Marta. Nos vestimos y salimos del hotel. Marta nos espera con su coche, un Volkswagen Scirocco blanco. Muy deportivo para mi gusto, pero reconozco, que a la chica le pega un montón. Es muy guapa, sé que cuando ha estado en Madrid, ha salido con mis sobrinos y Lola, me han dicho mis sobrinos, que vuelve locos a los chicos. Nos pasamos la velada paseando, Triana es un barrio muy bonito y cenamos en un bar improvisando de tapeo. Dicen que es lo más típico en Sevilla. Cuando salimos del bar Marta y Lola se encuentran con un ex de Lola, un tal Marcos que tiene unas pintas de chulo que no hay por donde cogerle.

Enséñame a volarWhere stories live. Discover now