Luego de los peores meses de su vida, Ethan Orlov huye de todo aquello que le hizo daño, pero también de todo lo que una vez le había hecho feliz. Empieza una nueva vida en un mundo que se opone a todo lo que una vez soñó. Un mundo en las sombras, l...
«Los que niegan la libertad a otros no la merecen para ellos mismos»
ABRAHAM LINCOLN
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Viernes, 19 de enero de 2024
Las cosas cambian dependiendo de la perspectiva con la que se las analice, un criminal puede ser un ser despiadado para la mayoría, pero un héroe para algunos. Si ese criminal les ofrece salvación, libertad, justicia o, mejor aún, venganza, se convierte en la salida al problema, el salvador.
Eso era lo que Ethan Orlov significaba para muchas personas, porque les ofrecía el poder que habían perdido por culpa de personas con mente podrida. Les devolvía el control de su destino, control que, de forma cruel, les habían arrebatado a tantas victimas como él. Ethan Orlov había tenido la oportunidad de mirar a sus enemigos a la cara y decidir su destino, había podido castigarlos y hacerles sentir lo que él sintió en el peor momento de su vida. Había obtenido su venganza porque tenía los medios y el poder de hacerlo. Pero ¿qué pasaba con los demás que no tenían justicia, a los que silenciaban, a los que las leyes les daban la espalda? Los que no tenían nada más que rabia e impotencia, ellos también merecían su justicia. Ethan Orlov quería darles eso.
Por ello se creó la fundación "Ángeles Caídos" que trabajaba en todo el mundo, con sede en Evimeria, legalmente constituida bajo la razón social de Ana Aksoy, la joven omega que había sido victima de los mismo malditos que Ethan y tantas otras chicas. Él le había concedido su venganza y ella era la única de ese triste grupo que sabía la verdad de lo que Ethan había hecho con esos miserables dentro de esa cárcel a la que fueron condenados por tantos años. Las demás se pudieron haber conformado con la condena legal, pero Ethan y Ana no, ellos habían perdido más, ellos no podían ni querían olvidar, aunque se alegraban porque las demás sí estaban luchando por seguir adelante y vivir una vida normal.
Ángeles Caídos se creó para continuar con esa venganza y darles a más como ellos lo que merecían; fundación que, a la luz del mundo, estaba destinada a brindarles ayuda a las victimas de violencia contra los omegas, en todas sus formas enfatizando en el abuso sexual. Ángeles Caídos proporcionaba asistencia legal, psicológica, refugio seguro y todo sin fines de lucro, patrocinada por donaciones de grandes personas que creían en su causa. Esa era la cara limpia y sin mancha que daban al mundo, pero la cara oculta era más siniestra.
En primer lugar esas donaciones voluntarias venían en su gran mayoría, por no decir todas, de Ethan Orlov, solo que los esbirros que lavaban su gran fortuna eran los encargados de inyectar el dinero a la fundación, así nadie podría asociar a la mafia rusa con ella.
Aunque era un secreto a voces, los que acudían a la fundación estaban desesperados, era su última opción. Otros iban porque no buscaban un simple castigo, querían vengarse. De cualquier forma, a ninguno de los que pedían ayuda y se refugiaban en Ángeles Caídos se les obligaba a hacer nada y obtenían solo lo que deseaban. Si lo habían perdido todo, se les devolvía lo más posible. Si querían que sus enemigos pagaran solo ante lo estipulado por las leyes, se movían influencias para condenarlos a toda costa con las penas más altas posibles. Pero, si lo que querían era sangre, tendrían sangre, si querían estar presentes en las torturas, estarían presentes.
