Extra I: Traición

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«Cuando amas a alguien, debes ser leal a esa persona, incluso si eso significa traicionar a otros».

John Connolly

Se dice que donde hay dos corazones felices, hay un tercero roto, una persona que tuvo que renunciar y perder

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Se dice que donde hay dos corazones felices, hay un tercero roto, una persona que tuvo que renunciar y perder. Quizás no siempre sea así, pero en esta historia sí y esa persona no solo había perdido al gran amor de su vida, sino que había visto su vida y su libertad marcharse junto con la persona que le había prometido amor, pero se había enamorado de alguien más.

La historia que Evelyn contaba al mundo desde que había llegado a Rusia, la historia que Alek conocía, era que ella había sido asediada por las mafias en Sudamérica, al punto de convertir su vida y la de su familia en una total pesadilla, de ahí su comprensible rechazo a los Orlov y a todo organización ilícita. Su familia había luchado mucho para mantenerla a salvo, luego de que un capo italiano se hubiese encaprichado con ella. La habían enviado a Rusia para iniciar una nueva vida, escapar de todo aquello, se había esforzado por tener una profesión y una buena vida lejos de los criminales que creían tener el derecho de manejar la vida de una persona como si fuese una simple herramienta para lograr sus tétricos fines.

Casi toda aquella triste historia era cierta, menos por la parte donde ella había escapado, nunca lo hizo, su familia no la pudo proteger, cayó en las manos del capo italiano y cuando este se cansó de ella la vendió a otro y luego a otro; toda su adolescencia fue la concubina perfecta, la más deseada entre la élite italiana, nombrada: Celestina, la omega de belleza divina. Pero Evelyn no solo era hermosa, era inteligente, astuta; aprendió pronto cómo se manejaban los italianos en su país, se ganó su confianza y cuando pudo se vengó cortando el cuello del alfa que la había secuestrado y asesinado a su padre; para ello tuvo que aliarse con desertores y traidores.

Evelyn, para consumar su venganza, se volvió parte de un grupo conformado en su mayoría por exmiembros de las mafias más importantes del mundo, de la 'Ndrangheta sobre todo, cuyo objetivo principal era acabar con los italianos y apoderarse de las regiones que estos dominaban. Por su puesto que para llegar a eso, los Orlov también eran un problema, pero a los rusos no planeaban eliminarlos, solo querían su poder, tenerlos de aliados, aunque ningún boss bossov Orlov en su sano juicio le declararía la guerra a la 'Ndrangheta y menos por un grupo traidor. Ombra Nera era el nombre de aquel grupo, pues como sombras se infiltraban en las organizaciones, tenían ojos en todas partes y su líder era un enigma, contados miembros conocían su identidad.

Aunque había querido, Evelyn no había podido librarse de ellos; igual que Alek, ella deseaba una vida normal y se lo permitieron, a cambio de mantener a Alek Orlov alejado para siempre de la organización. No había sido una coincidencia que ella apareciera en la vida del joven poco después de que este hubiese abandonado la organización, pues su trabajo era enamorarlo, alejarlo de su familia, para que nunca se le ocurriese, si quiera, querer convertirse en el Boss bossov de los Orlov, porque la Ombra Nera tenía otros planes para la mafia rusa. Si Evelyn hubiese sido libre, nunca se hubiese involucrado con un hijo de la mafia, pero era su misión. Con el tiempo, no solo Alek se enamoró de ella, en el corazón de Evelyn nació un amor que jamás había creído poder sentir por un alfa, luego de su pasado. Su misión se convirtió en su vida soñada, su mayor ilusión, que se hubiese completado al casarse con Alek y ser marcada por él.

Querido SilencioWhere stories live. Discover now