Luego de los peores meses de su vida, Ethan Orlov huye de todo aquello que le hizo daño, pero también de todo lo que una vez le había hecho feliz. Empieza una nueva vida en un mundo que se opone a todo lo que una vez soñó. Un mundo en las sombras, l...
«No es la sensación de plenitud lo que necesito, sino la sensación de no estar vacío». Jonathan Safran Foer.
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Hacía tiempo que Ethan no daba rienda suelta a las voces en su cabeza, las había logrado mantener a raya, pero ahora no podía ni quería hacerlo. Esas voces lo convertían en lo que quería ser: despiadado y cruel, para poder hacerle honor a su reputación.
Las voces reclamaban sangre, Ethan les daría sangre.
Había torturado por horas a los hermanos de Chang Suk y a otros más que habían sido capturados. Primero para sacarles toda la información posible sobre todo lo que había sucedido. No obtuvo mucho, los que estaban detrás de todo habían tomado sus precauciones para que, si los coreanos caían, ellos estuvieran a salvo, para que los Orlov no pudiesen llegar a ellos fácilmente. Ethan no les sacó ningún nombre, luego de golpearlos hasta romperles algunos huesos, arrancarles las uñas, electrocutarlos... porque no sabían nada. Pero sí pudo obtener algo luego de un par de horas de torturas:
Kim Chung Hee había sido el que estaba en contacto con esas personas, él recibía y ejecutaba las órdenes. Los hermanos habían sido engañados de verdad, los habían convencido de que Chang Suk había sido el que denunció a su padre; les prometieron venganza y, a la vez, mucho más poder del que tenían, con la condición de eliminar, no solo a Ethan Orlov, sino que a Alek también, por eso le habían insistido, casi obligado, a detonar la bomba, así acabarían con los dos ditya luny y con varios Orlov más. Kim Chung Hee había asegurado no saber nada del ataque al nieto de Arman, pero sabía que lo que esas personas pretendían: querían asegurarse de que no existiese nadie más que pudiese convertirse en el boss bossov; porque habían asegurado tener a su propio heredero a quien colocar en el "trono" de la mafia rusa. O eso le había dicho el hombre con el que conversaba solo por llamadas de teléfonos, le habían prometido que cuando ellos controlasen a los Orlov, los kkangpae serían la segunda mafia más poderosa del mundo y Chung Hee sería quien más ganaría con ese acuerdo.
Al principio, el plan solo consistía en capturar vivo al boss bossov, pero al verse acorralados, se tomaron decisiones apresuradas que terminaron mal para ambos lados. Ethan temía especialmente por ese heredero a quien sus enemigos querían convertir en su reemplazo y por la mente que había ideado todo, capaz de querer asesinar a un bebé en su cuna. ¿Sería Elías capaz de hacer algo como eso?, ¿ese heredero sería el pequeño Gabriel? Pero Elías no sabía dónde estaba el hijo de Ethan, ni el mismo Ethan lo sabía. Además, ¿su tío sería capaz de matarlo? No podía creerlo, así que debía buscar otras opciones. Aunque no sabía por dónde empezar.
El hombre que había intentado asfixiar con una almohada al sobrino de Alek, se había suicidado al verse descubierto, por lo que Arman tampoco había conseguido información de ese lado. Por suerte, el bebé no había resultado dañado, pero sus padres y su abuelo estaban fúricos y culpaban a Ethan, no de planear el ataque, sino de poner en peligro la vida de todos los Orlov al haberse ganado tantos enemigos en tan poco tiempo.
