Capitulo 7: solo él puede

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Solamente faltaba media hora para que el baile de mediados de siglo comience, relojeo su cabeza por la sala mirando a sus lados sin ver rastros de su compañero de cuarto, ¿Dónde mierda se había metido? No lo había visto durante todo el día, tampoco ella tuvo mucho tiempo para encontrarlo.

Dejando sus tacones en la entrada, miro el reloj, debían estar listos en 10 minutos, descalza recorrió esos pocos metros hasta la entrada, y al abrirla sus ojos se abrieron a no más poder, sin pensarlo salto a aquellos brazos que la esperaban, su cálido cuerpo la acobijo y su sonrisa la alegro.

–¿y tú qué haces aquí?– le pregunto la princesa apenas se separó de él

Sus ojos crema oscuro sonrieron iluminando su rostro como siempre, Nelaria lo vio de arriba abajo, estaba más alto de la última vez que se vieron, su cabello se había vuelto claro pero seguía siendo único, el único hijo del secretario real había vuelto a la academia.

–no esperaba tu llegada Sin Brías– bromeo ella dejándolo pasar al departamento

El joven siguió las pisadas de la joven, pero justo en el desnivel a medio metro de la puerta, se quitó los zapatos bajo la atenta mirada de la princesa, conocía a su amiga y sabía que no podía entrar a su departamento con los zapatos puestos.

–¿hasta cuándo te quedas?– le volvió a preguntar una vez que se sentaron en aquellos sofás, el joven sonrió y luego tan solo negó

–papa me insistió demasiado para que venga a la academia– mintió –tal vez ahora que ya estás aquí, puedo asistir– le bromeo él haciendo que la menor niegue

Nelaria sabía que ella no era la razón por la cual su hermano del corazón se quedaría en la academia, las misiones de estado habían terminado poco después de la evaluación real, eso significaba que Noah tenía dos opciones, o volver con su padre para seguir su destino como el futuro secretario real, o volver a la academia y ser libre un poco más.

–no es broma que para personas como nosotros, estar aquí es mejor que afrontar la realidad que jamás elegimos– comento al aire la princesa –¿vendrás esta noche?

–¿quieres que te acompañe?– ella asintió con una sonrisa –¿pero y tu compañero de cuarto? ¿no se molestara si no lo esperamos?

–¿Cómo sabes de mi compañero? Espera, ¿y Nau?

Era cierto, se había olvidado por completo de Nau, corrió hasta una de las puertas y la abrió un poco, su mirada de preocupación cambio a un ceño fruncido y rendido, como lo suponía, el príncipe estaba tirado en la cama durmiendo pacíficamente, hoy había sido un día muy largo para él, sin querer molestarlo y sintiendo sus ojos otra vez brillar, volvió a cerrar la puerta.

–mi compañero está durmiendo, aun no se acostumbra a nuestro horario– soltó volviéndose a sentar

–¿entonces es enserio que es un Escuestriano?– la joven asintió juntando sus labios

Parece que alguien ya le había contado del nuevo invitado a Noah, se supone que no había mentiras entre ellos, pero si es que las había era porque Ar estaba involucrado justo en medio, ¡maldito Ar! Pensó, mando al hijo del secretario real a que custodie al príncipe, como si fuera que Nelaria no se podría encargarse de él.

Un suspiro salió de su boca, Noah y Nelaria se conocían desde que nacieron siendo un mes los que los separaba, pero se hicieron más cercanos cuando Noah vino oficialmente a vivir con su padre al palacio, donde Noah fue involucrado en los mismos asuntos que su padre, acompañando a Nelaria en todo y enterándose de cosas que casi nadie sabe.

–¿y qué tal? ¿Cómo se llevan?

–bastante bien, solo es esto el problema– dijo apuntando a sus ojos –desde mi cumpleaños, mi castigo empezó a afectar a mis ojos y estos cada tanto empiezan a brillar, y los hijos de su madre duelen

My Sky | La Leyenda del Guardian y La Estrella | 1° Saga HerederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora