Capitulo 9: Ma-rio-ne-tas

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Los pasos apresurados del pequeño grupo eran el único sonido que en pasillo cerrado se escuchaba, los gritos agonizantes torturaban la mayoría de las mentes mientras los recuerdos sangrientos aparecían, y trataban de tapar las evidentes heridas, una mezcla de amargura se cruzaba por sus bocas junto con un solo pensamiento, "hay que avisar al emperador".

El grupo interrumpió en el gran salón llamando la atención de todos los presentes, Ar apenas los vio frunció su ceño bajando de su trono acompañad de dos guardias, con una sola mirada hizo que el secretario real se moviera para traer a los médicos reales, pero apenas Ar estuvo frente a ellos, estos se desvanecieron quedando de rodillas al suelo.

–¿qué sucede? ¡¿cómo se atreven a interrumpir una reunión tan importante?!

Ar en un movimiento de su mano hizo aparecer su látigo dispuesto a castigarlos, una pequeña neblina rodeaba a la soga de palabras incrustadas, aquel grupo al verlo bajo rápidamente sus cabezas hacia el suelo rogando entre susurros el perdón, Nelaria al verlo no dudo en bajar e interponerse en el medio de estos.

–majestad– hablo la princesa –míralos Ar...– hablo por lo bajo con un regaño –están lastimados...

Como lo dijo ella, cada hombre tenía múltiples y evidentes heridas que aguantaban en silencio por miedo a que el castigo del emperador sea aún más grande, además de que eran guardianes reales y según la ley ellos no podían quejarse.

–hablen, ¿quién los hirió?– pregunto él cuando el enojo se desvaneció

Ar creo un pequeño domo entre estos guardias y él junto a la princesa para evitar de que lo que se diga dentro se esparza en falsos rumores, además de que el domo los protegía por si algunos de los hombres se descontrolaba de alguna forma.

Nau y el resto se quedaron intrigados viendo aquella escena mientras los rumores sobre aquel grupo se esparcían por la corte, el príncipe pudo enterarse de que en el grupo se encontraban unos de los mejores egresados de la academia en los años que Ar rehízo la constitución, era simplemente extraño que fueran heridos de esa manera.

–majestad– hablo después de un tiempo –es extraño, pero el ataque fue provocado por las marionetas

El rostro del emperador se desfiguro, no podía ser, no podía creerlo, su pesadilla no podía haber vuelto, no podía, realmente era difícil de creer pero viendo los cortes, fácilmente los que vivieron en esa época podrían decir que eran cortes provocados por esos monstruos.

–no puede ser, la última líder que podía controlarlos está muerta– hablo Ar negando, ganándose una mirada de odio pro parte de la menor –nadie más sabe de la existencia de sus descendientes

Solo eso faltaba, Nelaria negó y se acercó al líder el grupo quien no dejaba de disculparse bajo la atenta mirada de Ar, Nelaria puso una de sus manos sobre la herida en el hombro del hombre, sus ojos apenas cambiaron a ese tono verdoso y aunque al hombre le quemo el contrato que tubo, cuando la princesa retiro su mano, la herida ya había sido sanada.

–te contaminaras a ti misma si los haces uno por uno– hablo Ar agachándose hasta el líder del grupo –mandaremos más hombres a la frontera mientras tanto no quiero ninguna palabra de esto, ¿entendieron?

–si majestad– hablaron al unísono antes de que Ar rompiera el domo

–¡pospondremos la asamblea por unos días, ahora hay asuntos más importantes!– fueron las palabras de Ar antes de marcharse dejando a todos con la palabra en la boca

Cuando Nelaria quiso acercarse a ayudarlos, los médicos habían llegado pidiendo que despejen el lugar, una mano sobre su hombro hizo que despertara a la realidad, apenas volteo se encontró con esos ojos caramelo que le trasmitían calma junto a esos ojos negros que solo la preocupaban más.

My Sky | La Leyenda del Guardian y La Estrella | 1° Saga HerederosWhere stories live. Discover now